jueves, 27 de mayo de 2010

Nota de pesca en kayak corregida y completa segunda parte

Índice de temas: Cómo prepararnos para entrar al mar

Pequeños inventos que nos ayudan a disfrutar más de la pesca
Cuáles son las mejores condiciones y prevenciones para entrar al mar
Cómo entrar al mar “picando” con “paladas de fuerza”
Cómo buscar un lugar para pescar, si el fondo es sólo de arena.
Cómo salir del mar con los menores riesgos posibles Cambiemos una mala costumbre
Cómo bajar antes de la rompiente Cómo elegir el mejor momento para entrar o salir
Cómo reingresar al kayak Cómo estabilizar el kayak cuando lo sobrecargamos
Cómo tener máxima potencia al remar
Cómo aprender de las experiencias y errores ajenos A que temer, de que huir
Cómo prepararnos para entrar al mar
Los que hace años tomábamos sol todo el día, nos cuesta aprender a no insolarnos
en las pocas horas que pescamos en el kayak. Han cambiado hasta los cielos, y si
está parcialmente nublado, conviene usar filtro protector 15. Si el cielo está
despejado y es verano, hay que usar filtro solar 30, sombrero y anteojos polarizados que protejan de los rayos UVA (que causan quemaduras de cornea, con los consecuentes dolores de cabeza) y UVB (que producen cataratas y cáncer de cornea).
El reflejo del sol en el agua es amplificado como por miles de espejos móviles, y
por eso nos sorprenden las quemaduras que vienen de abajo para arriba. Si es
verano de 11.30 a 16 horas evitemos exponer la piel al sol. Recordemos que el reflejo de los rayos en el agua aumentan en un 90 a 100 % por tanto en el kayak estamos a la barbacoa. Los labios también se queman, para ellos hay barritas de pantallas labiales.
Es muy común, que después de una salida de pesca con todas las protecciones solares, nos sintamos bien… pero a la tarde-noche tengamos dolores de cabeza, sintiéndonos
mareados y un poco confundidos: otra vez, se nos filtró la insolación.
Es indispensable tener una bolsa seca, para proteger del agua y la humedad,
el celular o handy, y las líneas de repuesto. Esta bolsa hermética se puede guardar
dentro del tambucho de proa. Para hablar por el celular no es necesario sacarlo de
la bolsa seca: se marca, escucha y habla perfectamente. Dentro de esta bolsa transparente, llevo también un cartón con grandes números de los teléfonos del
balneario en que entro al mar, celulares de los guardavidas y de la prefectura.
Sino conseguimos una bolsa seca, también podemos llevar el teléfono enfundándolo
con un profiláctico transparente y haciéndole un nudo para que quede hermético.
No son muy conocidas, pero las fundas estancos Dryfoto para cámaras digitales o teléfonía, las podemos encontrar en www.giostore.net/detalle-de-producto.asp?id=4 Soportan hasta 6 metros de profundidad.
Al preparar el kayak hemos de cuidar que no quede ninguna punta, accesorio o borde sobresaliente, porque pueden causarnos heridas cuando las olas nos golpeen
con el kayak, o nos revuelquen junto con él, con gran fuerza.
Pescando arriba del kayak todo tiene que ser fácil y simple. Hay que impedir todo
tipo de galletas y enredos. Cuando estamos haciendo equilibrio, por el movimiento
subi-baja de las olas, si nos concentramos en una galleta mirando un rato para
abajo podemos perder el equilibrio y volcar. Todo tiene que ser preparado de antemano
para que no haya ningún enredo de sogas, líneas, tensores y mucho menos de anzuelos.
Por eso toda línea hecha con nylon fino y con varios anzuelos, es desaconsejable.
Pequeños inventos que nos ayudan a disfrutar más de la pesca
El tambucho de popa del K1 es excelente para cargar muchos pescados sin perderlos
al salir por las fuertes rompientes, pero si se da vuelta no es estanco y le entra agua,
la guarda adentro y se pone muy pesado. Por eso es bueno sacarle el tapón a una de
las patas, abrir la otra con una sierrita, perforando también los posa cañas que son muy cortos, para que el agua pueda entrar y salir libremente, como bien lo hicieron en el gran tambucho gruyer del Sunrider.
Al ducharme después de luchar durante no pocos minutos con grandes peces, encontraba que tenía moretones en la entrepierna sin haberme golpeado. Tardé en
darme cuenta que eran de afirmar la caña, cuando estaba con las piernas de costado
en el K1. Entonces puse un velcro ancho, de 15 centímetros de largo, agarrado de
donde termina el salvadidas (en el ángulo derecho) y que sostiene la parte de la
semiesfera de una sopapa negra de inodoro a la que le saqué todo lo que se enchufa
al palo, y le hice una ranura horizontal entre el borde y el centro para pasar el velcro.
Este barato apoya cañas no molesta para nada, y cae naturalmente entre las piernas protegiendo las partes bajas en momentos de prolongadas luchas en que el entusiasmo
nos hace descuidarnos.

Cuáles son las mejores condiciones y prevenciones para entrar al mar
Generalmente la mejor hora para entrar en nuestra costa a mar abierto, es a la
mañana temprano cuando hay poco o nada de viento, y mar tranquilo, pues a
medida que se acerca el mediodía el viento suele ir aumentando. También conviene
salir después que amanece hasta las 11.30 horas, para no sufrir insolaciones.
Para entrar y salir, es mejor ubicar un chupón, y durante la bajante fijar puntos de referencia donde comienza y termina, para acceder por esa calle sin olas altas que
forma por la falta del banco. Si no hay chupón, pueden encontrarse calles de acceso entre las olas, donde son más bajas y no tienen tanta fuerza, pues hay sectores donde
el banco está a mayor profundidad.
Para entrar cuando hay olas altas conviene llevar el kayak tomado de la proa, levantándolo de punta cuando viene cada ola, hasta pasar la segunda rompiente
y recién allí, subirnos cuando venga una serie de olas bajas y en el momento en
que el agua nos llegue lo más cerca de la cintura. Para subirnos tomamos con una
mano en cada borde lateral y saltamos mandamos el traste para arriba, mirando
hacia la proa y luego nos acomodamos y paleamos inmediatamente.
Si alguien nos ayuda a llevar el kayak hasta atrás de la rompiente, pongámonos
primero de acuerdo antes, que no se ponga a empujarlo de la popa, pues al
chocar la fuerte rompiente con el kayak, lo lanza para atrás y puede golpear mal
al que se puso atrás, especialmente en la cabeza.
Para ingresar de esta manera, si hay marea alta tiene que haber olas bajas, pues
si las olas son altas (de más de un metro) detrás de la segunda rompiente no
vamos a hacer pie y no vamos poder controlar el kayak. Peor es, si las olas
rompen lejos, porque por más que esperemos la serie más baja, las grandes olas
ue vienen de atrás pueden volcarnos lejos de la costa, y peor aún, si vienen
seguidas nos será difícil subir nuevamente al kayak. Por eso es importante, antes
de salir, tengamos en cuenta que marea hay en esa hora y localidad. En bajante,
que hay menos agua, es más fácil entrar de esta manera y también salir con olas altas,
aunque sean en tubo.
Cuando entramos, lo hacemos enfrentando las olas, perpendicularmente a ellas, no dejando de remar con máxima fuerza, manteniendo la dirección y tirando el cuerpo
y el peso para atrás de manera de levantar la proa cuando viene la onda. Cuando la
ola rompe antes o está a punto de romper, debemos palear con más fuerza e
inclinar nuestro pecho hacia delante, el mentón tocando el pecho, poniendo
nuestra cabeza como un ariete, para volcar toda la fuerza hacia delante y abrir
con la proa el espumón.
Si cuando creemos que hemos pasado la última rompiente, nos sorprende una gran
ola que se levanta de más atrás y no podemos escapar de ella, hemos de palear conmayor frecuencia hacia ella, con las manos más cerca de las palas, con paladas de fuerza, altas, tomando el mayor envión posible y cuando comienza a levantarse
frente nuestro como un plano inclinado, tiramos todo nuestro peso hacia delante
sin dejar de palear, como para clavarnos de frente en la ola, de modo que la cabeza nos quede casi entre las rodillas y el mentón pegado al pecho, pedaleando cada remada, y luego nos bajamos y deslizamos del lomo de la ola, hacia un costado aprovechando la corriente de la deriva, para evitar caer desde arriba y de frente
dando un panzazo
De esa manera, si no nos envuelve el tubo de la ola, o no nos rompe justo encima, por más que sea alta como una pared, podremos sobrepasarla sin darnos vuelta.
Cómo entrar al mar “picando” con “paladas de fuerza”
Sobre todo al entrar al mar, cuando vienen olas altas, necesitamos acelerar al toque,
o sea, dar al kayak una mayor velocidad inmediata para atravesar las rompientes,
dando paladas más altas y frecuentes. Conviene practicar continuamente, estas aceleraciones con paladas de fuerza, altas y rápidas acostumbrándonos a hacer
esas “picadas”, que requieren de mucha energía para poder avanzar un trecho relativamente corto. La potencia de la palada de fuerza nace en la rotación del
torso, desde la cadera, y se transfiere al kayak al presionar con piernas y pies
contra el tope de proa. En la palada de fuerza, al remo le damos un ángulo de
menos de 45 grados respecto a la vertical, y la cuchara se clava y sumerge completamente, pegada al kayak, siendo ésta propulsada enérgicamente por los
músculos del hombro del lado opuesto a la palada.
En el mar, no somos pocos los que llevamos el remo atado de un extremo, al lado
de la pala, con una pita o “rescatador” de 2 metros al kayak. Si atamos la pita
al medio del remo, al ser arrastrada por la rompiente las paletas hacen una fuerza increíble, y en la revolcada puede pegarnos un palo, cortes o un fuerte cachetazo.
Muchos kayakistas están contra el uso de pitas, por los enredos que pueden causar
cuando somos revolcados por una gran rompiente tubo. Pero en mi caso, cuando
voy a navegar y a pescar, cuido todo el equipo de pesca, la carga de pescados, y
no me dedico a hacer demostraciones de surf en grandes olas.
Cómo buscar un lugar para pescar, si el fondo es sólo de arena.
Lo más práctico para saber qué se pesca, dónde y a qué profundidad, es
mantenerse informado por otros pescadores de kayak, del muelle y de la costa.
En Gesell nos preguntamos unos a otros por teléfono, y también llamamos a los pescadores artesanales que son los que salen más seguido. O bien, vamos a la
casa de pesca que es el centro de informaciones, tipo peluquería del pueblo.
Lo mejor para localizar un cardumen, sino se tiene un ecosonda, es garetear
lentamente con el paragüa del ancla cerrado, manteniendo el cabo corto, hasta encontrar un lugar con pique sostenido, entonces recién abrimos el ancla para
quedar fijos. Pescamos allí, hasta que dejen de picar, entonces nuevamente volvemos
a garetear. Si pescamos sólo rayas, melgachos y cangrejos, sabemos que estamos
sobre un banco, y las especies que buscamos generalmente están a más profundidad,
en algún canal de mar adentro. Si no pican, y el mar está tranquilo, y sabemos que el viento no girará ni se aumentará, buscamos a profundidades cada vez mayores. Hay veces que encontramos lugares, donde se ve un sector de agua quieta bien dibujada, donde hay menos oleaje; allí, generalmente es un buen lugar de pesca, pues hay un
pozo de mayor profundidad. No confundamos estos sectores con los espejos de
agua chata producidos por cambio de ph en el agua o el aceite o que emanan grandes animales muertos en el fondo, lo cual produce un olor nauseabundo característico.
Los días de mar tranquilo con vientos suaves del sudeste o este, se ven esos espejos
de agua que señalan pozos y canales dentro de un mar erizado, pero sin olas.
Si hemos estado pescando bien a cierta profundidad es mejor volver a buscarla,
midiendo la profundidad con el cabo del ancla, al bajarla. Usando este sistema
podemos probar pescar a diferentes profundidades y distancias de la costa.
No conviene quedarse en el mismo lugar más de media hora, sino hay buenos resultados. De esta manera sino hay pique, nos entrenamos sin cesar en los aprontes
de levantar todo y asegurarlo, palear a cada rato, para volver a bajar y usarlo todo en
otro lugar. Tomemos esta práctica como un entrenamiento, pues nos capacitará
para ser cada vez más diestros y precisos en el manejo de nuestros aparejos e instrumentos. Si en ese momento no hay mucha correntada, podemos intentar
atraer los peces y reunirlos con ceba de manera que vaya drenando de a poco,
puesta en un pote abierto y dentro de una bolsa de redecilla fina colgada del kayak.
Cómo salir del mar con los menores riesgos posibles
Si volvemos del mar a la costa, lo primero que hacemos es ver desde adentro, donde están afuera, las rompientes más grandes y ruidosas, para evitar salir por esa zona.
Pues para salir barrenando la ola, es mejor buscar un chupón que es donde se forman olas bajas. Pero si adoptamos la modalidad de bajarnos antes de la rompiente,
nunca lo hagamos donde está el chupón, porque corremos el riesgo de quedar
colgados del kayak sin hacer pie, en medio de la correntada del reflujo, en zona de rompientes y olas entreveradas.
Cuando vamos saliendo, miramos hacia atrás, para que ninguna ola grande nos sorprenda. De esa forma, vamos copiando con nuestro equilibrio, el movimiento que cada ola trae, y podemos elegir el momento para lanzarnos a la costa, recién después
de la serie de las olas más grandes y ruidosas. Una vez que decidimos mandarnos a
la rompiente, buscamos subirnos a la ola que se está armando, “picando”, remando continuamente con fuerza para no llegar sin velocidad a donde rompe la ola. Para esto, es mejor que hagamos zig-zag cuando nos aproximamos a la rompiente, de esa manera cuando la ola nos agarra de costado, apoyamos la pala en la ola y salimos acompañando la rompiente. Siempre tiramos el peso hacia atrás, y ponemos el kayak de 45 o 60º de la línea que forma la rompiente y apoyándonos con la pala sobre la
pared que forma la ola, porque si seguimos a 90º (o sea perpendicular a la ola que rompe) corremos el riesgo de caer de punta en el banco a poca profundidad…o si la rompiente nos desvía más, y quedamos de costado, la ola nos envolverá y revolcará.
Cambiemos una mala costumbre
Cuando salgamos del mar con otro u otros kayaks, una vez que dejemos el nuestro asegurado en la playa, acostumbrémonos a “marcar” lo mas cerca posible, a cada
uno de los que van saliendo, aunque nos parezca que las olas son bajas y nada les
puede pasar. Tenemos que estar siempre listos para socorrer, pues no sabemos en
que instante se puede producir un accidente, enredos, una caída con golpes y heridas (sobre todo si hay rocas), o pérdida del sombrero o pescados. Dejemos la costumbre
de contemplar desde afuera, permaneciendo pasivos y riéndonos de los bloopers,
para correr y ayudar diligentemente, aunque no pase nada. Cuando esto, otros lo
hagan con nosotros, aunque no nos pase algo grave, vamos a estar agradecidos, por
esa demostración de amor y cuidado.
Cómo bajar antes de la rompiente
Cuando venimos de mar adentro (con el tambucho cargado de gran cantidad de
pescados) primero, observemos con cuidado y esperemos la serie de olas bajas y
pasada la primer gran onda, y antes de la primer rompiente, es mejor desmontarnos
del kayak deslizándonos suavemente por el costado que no llevamos las cañas.
De esta manera, nos pararnos donde hacemos pie, para evitar riesgos innecesarios.
Cuando nos bajamos, inmediatamente agarramos el remo con los tensores, y
tomamos el kayak con las dos manos de la manija de proa, haciéndolo girar hasta
que quede perpendicular a la rompiente. Después seguimos mirando el tamaño de
las que vienen y llevándolo, mientras damos la espalda a las olas, saltándolas y guiándolo desde la proa y levantándolo en cada rompiente, como cuando entramos para pasar atrás de la segunda rompiente. Si las olas rompen muy fuertes hay que
tener cuidado con el tirón violento y brusco que nos pega en brazos y hombros, al golpear la rompiente con el casco del kayak. Nunca nos pongamos adelante del
kayak pretendiendo guiarlo tomándolo de la proa, pues seguramente cuando lo
choque la rompiente, se volverá ingobernable, se dará vuelta, se nos vendrá encima
y nos golpeará duro.
Cuando volvemos a la costa con marea alta y la primera ola es alta, grande, en
tubo y estruendosa, generalmente si nos bajamos antes de la rompiente no vamos a hacer pie y la cosa se complica. Por tanto si la ola se levanta mucho, quiere decir que hay abajo, la misma profundidad que la altura de la ola, por tanto en esa ocasión, no
nos queda otra que largarnos a la gran rompiente sabiendo que caeremos de 1 metro
con 50 de lo alto de la ola, a unos 30 o 50 cm. de agua que hay en el banco, justo delante del escalón o veril.
Sabiendo esto tomamos velocidad, levantamos la proa, tirando todo el peso hacia
atrás, como haciendo willis, para no clavarnos de punta en el banco, pero estando
bien dispuestos para el panzazo, lo mas relajados posible para la caída, sin rigidez
ni resistencia, pero paleando a full, tratando de seguir sin ser desviados por la gran rompiente.
Nunca el kayak ha de quedar suelto, ni dando el costado a la rompiente. El mayor peligro de accidentes con el kayak en el mar, se
presenta al entrar y al salir, cuando se nos escapa y queda suelto poniéndose
de costado a la rompiente, ya que si lo revuelca y arrastra una fuerte ola orillera,
lo convierte en un peligro que produce graves traumatismos a los niños y también
a adultos por más fuertes que sean. Y si algún comedido pretende atajar el kayak de frente cuando viene de costado, saldrá magullado o lastimado.
Cuando hay fuertes rompientes, el kayak tiene que estar siempre bajo nuestro control y en una zona sin gente, para no causar daño a los que están por ahí, o a los que vienen a recibirnos con alegría o por curiosidad, sin darse cuenta de este peligro.
Por eso, cuando vuelvo a la costa y hay grandes olas tubo, y gente por la zona, aunque estén a bastante distancia, ato una pita de surf rígida pero elástica, de 2 metros 70
a la proa del kayak, del lado que bajo, y la otra punta al tobillo de mi pierna derecha,
y así me aseguro que voy a tener el kayak a dos metros y pico como máximo, y que siempre va a quedar de proa, de frente y perpendicular a las olas, presentando menos superficie de impacto y arrastre. Si el kayak al recibir el impacto de la rompiente,
tira de la pita no lastima. Luego si hay gran profundidad vuelvo a subir por el costado,
y si no hay tanta profundidad, dejo que las olas me arrastren con el kayak de frente hacia la playa. Ni bien hago pie y lo tengo controlado de proa a la rompiente, inmediatamente suelto el velcro de la pita que me une al kayak, para evitar quedar enredado, y poder caminar con toda libertad.
Si estamos mar adentro o por salir, para evitar caídas al agua, cuando estamos
en riesgo de ser volteados, extendemos la pala lo más lejos posible del kayak, apoyándonos y presionando sobre el agua, haciendo una remada larga hacia atrás
o para adelante, a la vez que tiramos el peso de cuerpo para el lado contrario al que
se hunde, lo cual evitará que el kayak se de vuelta.
Cómo elegir el mejor momento para entrar o salir
Tanto para entrar y como para salir, hay que esperar las olas más bajas que
vienen después de las olas mas altas. Generalmente las olas vienen en una serie
de 6 o 7 y van aumentando progresivamente su tamaño, por tanto hay saber esperar y tener paciencia hasta que rompa la séptima: la última, más grande y poderosa, para arrancar con todo cuando comienza la nueva serie con olas más pequeñas. Entonces paleamos a toda potencia, cortando las olas de frente y aprovechando la succión del mar dada por la deriva que hay en ese momento.
También es importante tener en cuenta con que frecuencia y dirección vienen las
olas, en ese día y lugar, para no ser sorprendidos por choques de olas oblicuas
que se entrevaran, rompientes encimadas, o los choques entre las olas que llegan
y las que vuelven.
Cómo reingresar al kayak
Es posible que cuando estemos pescando o navegando cargados de pescados,
el kayak se nos de vuelta en una profundidad donde no hacemos pie, y lo primero
fue tenemos que hacer es volver a darlo vuelta, para luego subirnos. Pero el peso
de todas las cosas que llevamos (a veces hasta 40 kilos de pescado, con otros kilos de
agua que le entran al tambucho, ancla de 2,500, cadena, paquete de soga mojada, 2 cañas
con reeles) hace difícil darlo vuelta. En esas condiciones, empujarlo desde abajo sin
hacer pie, no funciona. Para empezar podemos intentar darlo vuelta desde la popa,
tomándolo con una mano en la quilla y la otra en alguna saliente de la cubierta
o la manija del tambucho, haciéndolo girar con un fuerte envión en círculo
hacia arriba. Casi imposible es tratar de darlo vuelta desde la proa cuando está muy cargado. Si no podemos enderezarlo por el peso que lo lastra hacia abajo, entonces, tranquilamente nos subimos de panza sobre el casco ayudándonos y tomándonos con los dedos de los imbornales, hasta que por arriba tomemos el borde del lado contrario y luego tiramos todo nuestro peso dejándonos caer al agua para atrás,
lo cual hará que el kayak de un vuelco de campana por más pesado que esté. Conviene esta forma de darlo vuelta con nuestro propio peso, sin fatigarnos al
intentar darlo vuelta únicamente con la fuerza de nuestros brazos. Todo esto es
más fácil si el remo está atado al kayak, que en nuestra muñeca.
Luego para reingresar al kayak nos tomamos con las dos manos en el borde más
cercano, para luego pegar un fuerte envión con las piernas en el agua y levantarnos
con los brazos de golpe tirándonos de panza, arriba de la borda, cruzado en el kayak. Mediante un solo salto, hay que colocar el peso del cuerpo atravesado sobre la mitad
del kayak. Después girar boca abajo, hasta quedar a lo largo de la cubierta, y luego darse vuelta hasta ubicarse en la posición de sentado para palear.
Otra manera no tan conocida de subir al kayak en aguas profundas, es ponernos de
un lado, en la mitad del largo del kayak, pasando los brazos sobre la cubierta para sujetarnos fuerte de la banda opuesta. Luego con ayuda de nuestras piernas, nos ponemos en posición horizontal en el agua. Y en seguida, hacemos un solo
movimiento, tirando fuerte con los brazos y al mismo tiempo dando una patada
de rana, desplazándonos hacia adelante. De esta manera, nos deslizaremos horizontalmente con el pecho sobre la cubierta y quedaremos panza abajo y cruzados. Luego giramos con el cuerpo hasta quedar a lo largo… después nos
damos vuelta y finalmente tomamos la posición de sentados, remo en mano.
En caso de caer al agua hemos de evitar la hipotermia. Cuanto más tiempo estemos
en el agua, más rápido nos enfriaremos y cuanto más fría esté el agua, menos tiempo
de sobrevivencia tenemos. El schok por frío nos incapacita para respirar normalmente
y el ritmo respiratorio se descontrola, hay fatiga inmediata y nos pone en riesgo de ahogarnos repentinamente. Hay que tener en cuenta que el agua fría es la primer
causa de muerte en los kayakistas. Por eso la mayoría usamos traje de neoprene con medias y botitas de ese material, aunque lo mismo sabemos que tenemos que salir
del agua lo antes posible. Es un error nadar, o hacer movimientos en el agua, para intentar entrar en calor. Hay que evitar todo gasto de energía y flotar lo más quieto posible para no perder calor, hasta poder reingresar al kayak nuevamente.
No abandonemos el kayak, ni nos saquemos el salvavidas para nadar mejor.
Cómo estabilizar el kayak cuando lo sobrecargamos
En el caso que seamos pesados, y que queramos cargar pescados hasta arriba en el tambucho, podemos poner 2 flota-flota o rollos flotadores de cada lado, de un metro sesenta y cinco centímetros como estabilizadores a los dos costados, pues cada uno sostiene 75 kilos de peso, o sea que así tendremos un soporte adicional de 300 kilos.
Los 4 flota-flota se pueden sostener fijos arriba de la línea de flotación de los laterales, atándolos con sogas elástica gruesas para reasegurarlos, que se pasan por los
imbornales. Ato los flotadores de manera que el de más abajo quede libre y no pegado al casco, para que quede como pollerita y aumente su acción estabilizadora.
Esto es parecido al diseño de cascos de kayak con estabilizadores laterales o “Sponsons” que incrementan la estabilidad, cuando el kayak tiende a volcarse. Normalmente, los sponsons están por encima de la línea de flotación y se sumergen cuando el kayak se inclina por una de sus bandas. Cuando el kayak está en equilibrio
los sponsons quedan fuera del agua, disminuyendo la manga y mejorando así la velocidad y el planeo.
Cuidemos de reasegurar las sogas elásticas gruesas que unen por abajo (tipo cincha) los estabilizadores laterales (flota-flota) pues son las que más fuerza hacen. De este modo, aumentamos el ancho del kayak (la manga) de forma tal que si la nave rola,
los flotadores se apoyan en el agua, y le impiden escorearse más. En nuestros kayak
de pesca, el mayor peso recae desde el medio hacia la popa, por tanto, esa sección
es la que hemos de asegurar con los flota-flota.
Y esto es aún más necesario cuando pescamos sentados de costado con las piernas
en el agua, porque al pelear con peces grandes con la caña, nos pueden hacer perder
el equilibrio. Los peces de más de cuatro kilos nos sacuden, tironean fuerte y por un momento tenemos que aflojarle hilo para que no nos hagan perder el equilibrio; y los
de más de ocho kilos, nos mueven la nave y nos ponen en riesgo darnos vuelta.
Cómo tener máxima potencia al remar
Si compramos un motor para navegar en lancha, tenemos que hacerle un mantenimiento
semanal, porque si lo dejamos en el garaje, cuando lo queramos usar en el mar, por falta de un mantenimiento constante no funcionará correctamente, o nos dejará a la deriva en el momento que más lo necesitemos. Con el motor de nuestro kayak (brazos, pulmones y cuerpo) sucede lo mismo. Aunque si lo mantenemos en forma y a full, el beneficio será completo y no sólo para cuando salimos a navegar. El kayak ayuda a cambiar hábitos sedentarios y vicios que aumentan la corrosión y el desgaste del motor.
Para no perder la fuerza y capacidad respiratoria para remar en el kayak,
seleccioné una serie de ejercicios específicos para hacer a periódicos de manera que
no se necesiten las máquinas de un gimnasio, al que no siempre podemos acceder.
Con pesas de 2 kilos y aumentar su peso con la práctica y mayor capacidad muscular.
* Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Brazos extendidos hacia delante (a la altura de los ojos) con las pesas, bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de hombros)
* Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Fijando los brazos a los costados pegados a las costillas, flexionar los antebrazos hacia arriba y hacia abajoen 3 series de 15 o 20 (trabajo de los bíceps contrayendo también los músculos del abdomen y los gluteos)
* Levantar extendiendo el brazo con la pesa, hacia arriba y bajarlo, primero de un lado después del otro. Bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de tríceps)
* Acostado con los pies paralelos y abiertos y las rodillas flexionadas, levantar los
brazos extendidos verticalmente con las pesas y bajar los brazos en cruz hasta la posición horizontal y luego volver a subirlos en 3 series de 15 o 20 (trabajo de los
pectorales)
Cómo aprender de las experiencias y errores ajenos
Nada enseña mejor que la práctica y experiencia en kayak, pero para aprender algo
más sobre cómo navegar y pescar, lo mejor es leer las mejores y más completas enseñanzas que encontraremos en http://www.pescaenkayak.com/foro/ en la
sección Preguntas Frecuentes y en Todos los foros, en el que dice Foro General. También podemos ver videos en la web, pues hay imágenes que enseñan más que muchas palabras. Los sitios que podemos ver son, entre muchos otros: http://esp.kayakpaddling.net/?go
http://www.youtube.com/watch?v=Vf6O5EvXMSE&feature=player_embedded
y allí ver: Técnicas sobre un Kayak ; y otros: kayak sit on top olas jajajaja ;
accidente en kayak juandominguez33 ;
http://mdqteam.mforos.com/1431940/9213145-curso-practico-de-como-no-salir-del-mar/
http://www.youtube.com/watch?v=0j2pD_TXFb8&feature=related
- Los artículos y gráficos que hice sobre el relieve costero de nuestras costas
de arena y sus accidentes más comunes (canales, bancos, canaletas, chupones,
ollas, costa a mar abierto sin banco) nos ayudan a movernos con mayor seguridad
cuando entramos y salimos del mar con el kayak. En este deporte, a la ignorancia
la pagamos corriendo peligros innecesarios.
Esta nota completa la podrás encontrar en la Revista Kayak y Aventuras de

Nº 9 con el título “Características del fondo marino en nuestras playas”
en la pág. 27 http://www.chanaaventuras.com.ar/revista/nueve

 Practicar la pesca nocturna con lámpara de minero y copo de acero, nos
asegura variedad y abundancia de carnadas frescas y gratis, para guardar en el
freezer ya preparadas en porciones justas para cada salida.
Estas notas completas las puedes encontrarlas en la Revista Kayak y Aventuras
números 7 y 8 con el título “Pesca Nocturna en el Mar” en la pág. 37, en
http://www.chanaaventuras.com.ar/revista/siete
A que temer, de que huir
Cuando entramos a más de 600 metros mar adentro, cada tanto nos encontramos
con nuevos compañeros. Focas, lobos marinos, elefantes marinos, albatros errantes
(las aves voladoras más grandes del mundo), petreles (que bajan y se acercan a
pedirnos pescaditos), escualos que nos rondan, delfines, orcas y ballenas. Algunos asustan por su tamaño. El 29 de octubre del 2009 de mañana, frente a Windy tuve
2 horas a mi lado una orca negra y blanca de 9 metros con una aleta superior tipo
vela negra de 1.80. Sacaba suavemente la cabeza fuera del agua mostrando todos
sus dientes como en el acuario. Y lo que me extrañó es que a pesar de su presencia,
lo mismo pude pescar entre otros peces, dos melgachos grandes, uno de 7 kilos y
otro de 5, los cuales no entraban en la cubierta ni en el tambucho. Por tanto los corté
y le tiré las cabezas, aletas, tripas y colas a la orca que se las devoró con delicados movimientos. Si se movía fuerte, era hombre al agua.
A mi regreso a la costa, la orca me acompañó hasta los 2 metros de profundidad y
luego siguió su viaje. Muchos se reunieron para ver este espectáculo desde la costa, estaban asustados y a la vuelta me decían que la “ballena asesina” prefiere los
animales de sangre caliente. No hay que hacerles caso. En estos mares no se ha registrado ningún ataque de orca a un hombre. Son animales curiosos, muy selectivos que buscan presas específicas. En cuanto a los lobos de mar, son molestos porque
nos ahuyentan los pescados, y están esperando que pesquemos algo para arrebatarlo antes de que llegue a nuestras manos. Si sabemos que por la zona, hay lobos marinos
no limpiemos lo que pescamos arriba del kayak, pues en minutos los tendremos al
lado pidiendo más pescado y si nos cambiamos de lugar nos seguirán acompañando, sacando la cabeza del agua y dando resoplidos. Y así habrá terminado nuestra
jornada de pesca. La única de la que debemos alejarnos lo más pronto posible es de
la ballena, y no ponernos en su camino, porque con sus movimientos gigantescos
en sus juegos, o usando su cola como una vela, sin darse cuenta puede causarnos
un accidente. También en el mar, en temporada alta, tenemos que huir y alejarnos
lo más posible de semirígidos, lanchas y motos de agua, porque con el estrépito
de sus motores, espantan a todos los peces de esa zona por un tiempo.

Posdata:
Si queremos aprender a pescar en kayak, lo mejor es que nos enseñe un pescador
de kayak que ya este baquiano en ese lugar que elegimos para ir pescar. En cada

nuevo lugar, tenemos que aprender de nuevo.

Basilio Agustín Benítez

2 comentarios:

  1. impresionante la información que das....tengo que leerla varias veces para digerirla...

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  2. lo más completo, cubrís todos los items..para mí que estoy armando mi salida, es fundamental.!

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