viernes, 28 de mayo de 2010

Nota de pesca en kayak corregida y completa primera parte

PESCA EN KAYAK EN VILLA GESELL

A MAR ABIERTO Y FONDO DE ARENA

Índice de temas: Cómo elegir colores Cómo preparar el motor del kayak

Cómo remar en kayak Cómo informarnos del pronóstico y la marea en ese lugar

Cómo influyen los vientos Cómo navegar en el mar abierto

Cómo calcular la distancia de la costa Cómo prevenir situaciones de riesgo o peligro

Cómo preparar los accesorios para pescar en kayak

Cómo elegir colores

Cuando podamos elegir el color del kayak, del salvavidas, del traje de neoprene y

del remo, recordemos siempre que los colores más visibles en el mar, son: el rojo

el naranja y el amarillo fluo; y los menos visibles, que se mimetizan a la distancia, y por tanto los más peligrosos en un accidente: azul, gris, celeste y verde.

Cómo preparar el motor del kayak

En el mar, el motor de nuestro kayak, es nuestra capacidad y resistencia para remar. Lo ideal es que lleguemos a ser una máquina de palear con un ritmo constante y

haciendo cada vez mayores distancias. Cuando por limitaciones de trabajo o clima,
no podemos salir frecuentemente, conviene que hagamos ejercicios periódicos con pesas y aeróbicos para no peder la fuerza, el aire y la resistencia muscular.

Cómo remar en kayak
Los que nos acostumbrados a remar en botes, tendemos a recostarnos en algún
respaldo hacia atrás, poniendo las piernas estiradas y haciendo fuerza con los brazos
solamente, tirando del remo hacia atrás. Pero la posición en el kayak es diferente,
pues tenemos que poner las piernas medio flexionadas y los pies apoyados en un tope, con los talones juntos. La posición para remar, es inclinado hacia delante para hundir
la pala, tan lejos como podamos llegar, a fin de comenzar una remada larga y que termine lo más atrás posible. Con el remo hacemos largas brazadas como de crol, impulsando el kayak hacia delante con la parte de abajo del cuerpo. La tracción de la pala en cada brazada se transforma en avance, solamente a través del cuerpo. La
espalda no cuenta, pues la misma tracción tiende a alejarla del respaldo. Si el kayak
o tiene apoya-pies, para el largo justo de nuestras piernas medio flexionadas, hay
que poner uno, a fin de afirmar los pies, para que como dijimos antes, nuestros talones queden juntos y los pies en v. Hemos de quedar calzados dentro de kayak, para poder equilibrarlo y dirigirlo con la cintura y el balanceo de nuestro cuerpo.
Tengo un metro ochenta y dos, y piernas largas, pero como no lograba hacer tope
con los pies en el Atlanti K1 (en lugar de suplementar poniendo una apoya-pies de madera, goma o tergopol, como lo hacía al principio) he puesto una pequeña tabla de barrenar de niños (de tergopol de 8 cm. de espesor) atada y bien sujeta con un tensor
al tambucho, y entre éste y el respaldo del asiento. De esa manera, puedo llegar
bien con las piernas flexionadas, y lo que es mas importante, cargo mi peso
unos centímetros más adelante y cerca del centro del K1, y puedo afirmar mis
pies sobre la tapa del tambucho de proa, al poner los dos agarres salientes en posición vertical.
El remo debe ser empuñado de tal forma que las manos queden levemente más apartadas que el ancho de los hombros. Si empuñamos el remo más cerca de las
palas, tendremos mayor empuje, pero resultará más cansador.
Es bueno que podamos reconocer fácilmente cual es la posición ideal para tomar el remo, poniendo en el medio de éste, una marca, etiqueta o pintado, para reconocer
de inmediato como tomarlo bien, sin tener que estar mirando las palas.
Cada remada debe ser efectuada con ambas manos: una mano tira hacia atrás,
mientras la otra simultáneamente empuja hacia delante. El brazo que empuja hacia adelante ha de quedar casi completamente estirado. Se emplea la fuerza de los dos brazos juntos, y se hace la remada tan larga como sea posible, acompañando con un movimiento de cintura de giro del cuerpo hacia atrás. La pala se sumerge de forma
que la superficie del agua apenas la cubra y el mango de remo ha de pasarse rozando
los costados. Levantar el remo tipo molinete, empleando golpes fuertes, rápidos y cortos, resulta ineficaz y dañará los músculos de los brazos. Mejor es la remada lenta, rítmica y más larga, hecha con todo el cuerpo, de la cintura para arriba y acompañando con la rotación del tronco, cada remada. Además, cuando la remana sea hecha con fuerza y sincronización, sentiremos que esa potencia que ponemos en la pala, se
traslada al pie del mismo lado que presiona hacia delante, impulsando el avance.
Esto lo llamamos: “pedalear cada remada”, pues algunos de nosotros también
hacemos bicicross, y disfrutamos al trepar las olas pedaleando a toda potencia.
Cómo informarnos del pronóstico y la marea en ese lugar
Consultemos www.windguru.com/es para prever la velocidad y dirección
del viento (para ver la velocidad en Km/h cliqueá en nudos hasta que aparezca), y la altura y dirección de las olas en la localidad en que estamos parando. No es del todo exacto, pero nos advierte de situaciones que pueden ser peligrosas, por cambios súbitos de fuertes vientos que pueden llevarnos mar adentro, o paralelamente a la costa, o que
nos impidan avanzar remando hacia la costa.
Para saber el pronóstico de los próximos 10 días con sus posibles efectos sobre
nuestra salud, podemos buscar:
http://espanol.weather.com/weather/10day-Villa-Gesell-ARBA7165
Para conocer las mareas en esa localidad, podemos imprimir las tablas que están en www.hidro.gov.ar/ Para tener un paneo geográfico general de la costa en la que estamos, desde el satélite, podemos buscar en Google Earth.


Siempre que entramos al mar, lo hacemos habiendo planificado que vamos a hacer
tratando de prever todas las situaciones de emergencia posible, o si algo sale mal.
Cómo influyen los vientos
No es aconsejable navegar el kayak con vientos superiores
a 25 kilómetros, ni con olas de más de 1 metro de alto.
En tierra podemos calcular la velocidad del viento por su efecto:
10 km sólo se mueven las hojas de los árboles;
a los 25 km se sacuden las ramas;
a los 35 km se sacuden los arbolitos;
a los 50 km se sacuden los árboles y
hay riesgo de naufragio aún con embarcaciones mayores.
El viento produce las olas. Actúa sobre la superficie del agua moviéndola según su
dirección y fuerza. Si el viento es leve, variable o de corta duración, el movimiento
que trasmite al agua no será inmediato. Pero si el viento se pone fuerte, creciente y
se clava en una dirección, modificará el estado del mar rápidamente. Además el
viento, para transferir energía y movimiento a las ondas necesita espacio, por tanto,
si viene de la costa levantará menos olas, que si viene de mar abierto. Puede suceder,
que en el momento que navegamos tengamos vientos locales suaves, pero haya mar
de fondo y grandes olas que son el producto de fuertes vientos que soplaron en el
mar a muchos kilómetros de distancia.
Cuando estamos en el kayak mar adentro, podemos calcular la velocidad del viento:
Si no pasa 1 km el mar esta planchado.
De 1 a 5 km comienza a moverse, rizarse y formarse olitas.
De 6 a 11 km, se encrespa con serie de olitas pequeñas que no rompen.
De 12 a 19 km, las olas en serie con crestas aisladas que rompen.
De 20 a 28 km, olas que se inflan, se levantan con corderitos abundantes.
De 39 a 49 km, olas grandes puntiagudas, con crestas de espuma blanca.

Cómo navegar en el mar abierto
Cuando entramos y salimos del mar, lo primero que hemos de considerar es:
¿Hacia dónde va la corriente o deriva? (podemos preguntar a guarda vidas o surfistas)

¿Cuál es la dirección de las olas? (se ve a simple vista)
¿Cuál es la dirección del viento? (que para navegar con kayak, son vientos no fuertes)
¿Cuáles de estos movimientos son los más fuertes en este momento?
Para luego tratar de aprovechar al máximo el empuje que nos dan esos elementos
de la naturaleza. La táctica que seguimos, es tratar de poner en la popa de nuestro kayak, la mayor fuerza de empuje, ya sea de la corriente, las olas y la del viento.
O bien, la buscar la alianza y posible directriz de esos movimientos, para que nos ayuden a remar con menos esfuerzo y mayor rapidez en el desplazamiento.
Así, elegimos de antemano, cuál será la trayectoria y los cambios de dirección
que hemos de seguir para llegar a destino, no luchando contra la naturaleza,
sino aprovechando sus vectores de fuerza.
En aguas profundas, las ondas suelen ser sinusoidales, redondeadas y aunque a

veces son altas, no rompen y se presentan en largos intervalos. Éstas no constituyen peligro de vuelco y al remar podemos mantener un rumbo fijo.
Pero cuando las olas se vuelven más cortas, frecuentes y encimadas, y cada vez
más altas y puntiagudas, la cresta se curva hacia delante rompiendo, pudiendo volcarnos, o sacarnos del rumbo constantemente mientras estamos remando.
Con marea en bajante hay que tener mayor cuidado, pues las olas de mar adentro, pueden comenzar a inflarse y elevarse cada vez más, llegando a formar corderitos
en sus crestas y volviéndose peligrosas para mantener la estabilidad.
Y en bajante también, las olas se enrollan en forma de tubo, (aquí se las llama “olas chupadas”) se levantan en el escalón (donde comienza el segundo canal), rompen
sobre el banco donde hay poco nivel de agua, cayendo como guillotina, estallando
con gran ruido y salpicando fuerte, lo cual al salir con el kayak nos puede producir, vuelcos violentos y clavadas de punta. Son lo opuesto a las “olas gordas” que se
inflan suavemente y van rompiendo como desparramándose en espumones. No
subestimemos las olas gordas que vienen armándose de lejos, porque traen mucha
fuerza y cuando arremetemos para cortar el espumón, nos pueden hacer retroceder varios metros.
Cómo calcular la distancia de la costa
A 500 a 800 metros de distancia de la costa es donde por lo general, encontramos
la mejor pesca en kayak, en nuestras costas de mar abierto y arena. Actualmente,
las mejores pescas, las hago a más de 7 metros de profundidad a 700 de la costa.
Podemos calcular la distancia que tenemos con la costa:
a los 150 metros se ven los ojos de las personas como sombra o mancha
a los 300 metros vemos las manos y el óvalo de la cara;
a los 600 metros vemos las cabezas como un punto;
a los 800 metros vemos las siluetas de la personas pero no se les destaca la cabeza.
Las distancias parecen mayores cuando está muy nublado, hay bruma, o cuando hay mucha luz y mucho calor.

Cómo prevenir situaciones de riesgo o peligro
Sólo se aconseja salir a mar abierto en grupo. Un remero solitario en mar
agitado demuestra su imprudencia y pone en riesgo su vida y la de quienes
quieran ayudarlo en una emergencia.
Al salir al mar con el kayak conviene que avisemos a personas que estén en el
lugar de partida, diciéndole hacia donde vamos y a la hora aproximada que volveremos. Si hay personas que están en la playa vigilando que nadie se ahogue, avísales como son las señales de pedido de socorro desde un kayak con el pito:
tres silbidos cortos y fuertes; o con el remo tomándolo con las dos manos y levantando una de sus palas como una bandera en alto. El remo queda erguido, perpendicularmente al kayak y haciendo un movimiento giratorio y rápido.
Además es conveniente que llevemos el número de celular de los del balneario
de ese lugar y de los guardavidas para llamarlos en caso de necesidad.
Si en la playa hay mucha gente, en temporada alta, conviene que se ponga de acuerdo, para que cuando el guarda vida lo vea volver, lo ayude a traer el
kayak de atrás de la segunda rompiente, donde usted se bajará para evitar
accidentes en la rompiente, ya que el kayak cargado se pone muy pesado y
difícil de controlar.
Siempre cuidémonos de la insolación, de la hipotermia y del “mal del mar” (mareos o cinetosis) que son mucho más peligrosos, si tenemos algo de alcohol en sangre.
Si practica kayak es mejor que no tome. Es peligroso consumir alcohol u otras drogas, porque al mezclarse con la adrenalina que nos produce el kayak en el mar,
se hace un cóctel de falsa confianza, temeridad y falta de reflejos.
En las primeras salidas es inevitable la excesiva adrenalina, estado de agitación e hiperlucidez, que pueden persistir aún después de la excursión. Pero al salir varias
veces, tomando todos los cuidados, vamos ganando en calma, prudencia y
relajación, y podemos disfrutar cada vez más de la navegación y de la pesca.
Para entrar al mar, palear y salir, sobre todo cuando hay viento y grandes olas,
hemos de tener tranquilidad y paciencia. La impaciencia e impulsividad propia,
de nuestros compañeros de salida, o de quienes quieren ayudarnos, nos pone en
riesgo a nosotros y a ellos. Siempre tenemos que saber esperar con paciencia
(sin perturbarnos ni agitarnos y sin dejarnos perturbar por otros) el momento oportuno para entrar o salir.
Conviene que la noche anterior a la salida en kayak no tomemos alcohol, durmamos bien y al levantarnos no desayunemos con mate ni café pues sobre estimulan el sistema nervioso central, que ya estará suficientemente alterado al tener que percibir
en el mar movimientos muy complejos a los que no está acostumbrados (sobre todo
los de aceleración vertical).
Necesitamos tener concentración, lucidez, en paz y no estar excitados, agitados y ansiosos. Aunque tenemos que acostumbrarnos que en el mar, aún en las mejores condiciones, al salir con el kayak, vivimos una experiencia intensificada y extrema. Como nuestras reacciones en el mar, deben ser inmediatas, instantáneas,
el tiempo se nos extiende, se expande, porque nuestra conciencia se intensifica, concentra y amplifica y en tres horas de una salida, tenemos la sensación que hubiéramos vivido mucho más tiempo.
Cómo preparar los accesorios para pescar en kayak

1) Llevar atada a la proa un ancla paragüa de 2 kilos y medio, con 2 metros de cadena gruesa cromada y 20 metros de soga de nylon (se aconseja de 3 a 5 veces
la profundidad en que pescamos) que va sobre la cubierta en la proa, sujeta con fuerza
por una red de tensores gruesos (araña) o doble tensor chato que funciona como
un poderoso cinturón. La soga del ancla tiene que ser puesta en círculos iguales (en forma de lazo con brazadas largas) comenzando abajo con la soga atada a la proa, y arriba queda la cadena y el ancla cerrada, haciendo peso sobre el rollo. Este paquete nos hace un buen contrapeso sobre la proa. La red de tensores va pasado por los dos primeros imbornales para que no se caiga el ancla, la cadena y la soga en caso de vuelco.
Al llegar al lugar elegido, el paquete completo de fondeo, se saca siempre de los tensores que lo sujetan, hacia la proa, nunca hacia la popa, para que el kayak no
quede dando el costado a las olas y al viento.
En la soga que va atada al ancla, a los 5 metros (con ancla y cadena incluida), le puse
un empatillado hecho con un nudo corredizo de soguita de nylon color naranja, y
otro rojo a los 7 metros, para poder calcular rápidamente cuando bajo el ancla, cuál
es la profundidad de ese lugar (recordemos que en nuestras playas de arena y suave declive a los 500 metros tenemos generalmente 5 metros de profundidad)
También es necesario agregar un tensor grueso entre la proa y el cabo que viene
del ancla, como amortiguador, para que cuando estemos mar adentro, las grandes ondas o cambios de dirección de las olas, no nos peguen tirones bruscos que nos
hagan perder el equilibrio y puedan volcarnos.
Se puede agregar un “llamador” que es otra soga elástica, atada a metro y medio
del cabo que va al ancla y está atado al alcance de nuestra mano, para tirar de este llamador, cuando queremos comenzar a levantar el ancla. Esto nos puede parecer innecesario, hasta que tengamos que inclinarnos hacia la proa y estirar el brazo hasta llegar al comienzo del cabo, un día de viento fuerte y olas con rápidas subidas y
bajadas, donde cualquier pérdida de equilibrio nos produce un vuelco mar adentro.
Con tantas sogas, pitas y soguitas cualquiera puede pensar que terminaremos hechos
un matambre, pero vuelvo a repetir que somos tranquilos pescadores en kayak y no arriesgados pirueteros entre las olas.
Como la mayoría, tengo boyas pasantes amarilla y naranja de trasmallo donde comienzo a levantar el cabo del ancla. Si bien en el mar de fondo de arena, aún no
le encontré la utilidad que suele tener, en las emergencias que se dan en el río o en
fondos de piedra. Durante mucho tiempo no las use y no pasó nada, pero como
ocupan poco lugar, las puse para prevenir cualquier urgencia y poder soltarme de manera inmediata del cabo del ancla sin perderlo, pues las boyas mantienen a flote
y visible la soga que va al ancla.
Les doy el orden en que arme el aparejo completo de fondeo por si alguno le sirve.
Ancla, cadena, cabo del largo según la profundidad en que pescamos, nudo simple, boyas pasantes de colores bien visibles, atado a eslabón grande de cadena de plástico, enganchado a mosquetón de acero inoxidable con destorcedor, atado a soga elástica gruesa que sirve de amortiguador de olas, y también va atado a ese destorcedor el “llamador” del que ya hablamos. Al mosquetón lo engancho a un eslabón grande
de plástico bien visible, para hacer el desenganche fácilmente con una sola mano. Finalmente, la soga elástica gruesa va atada a la proa.

2) El uso de salvavidas es indispensable y obligatorio. No navegue en kayak sin
salvavidas. Lo más importante del salvavidas es que soporte más que nuestro peso,
y no sea incómodo para remar, pescar y nadar. Que cuando cerremos las presillas
los cintos no nos aprieten las costillas impidiéndonos respirar con libertad en la remada. Que si aflojamos las presillas, cuando flotamos en aguas profundas no se
nos suba hasta la cabeza. Este salvavidas conviene que sea de colores bien visibles
en el mar, con bolsillo delantero cerrado con velcro, o cierre de plástico reforzado,
en el que va adentro, atada con soguita extensible una tijera Rapala, que sirve para cortar rápidamente el multifilamento, y también la garganta de los peces que se tragan
el anzuelo. La tijera debe ser de acero inoxidable, fuerte y sin punta. Durante un
tiempo me resistí a llevar un cuchillo afilado de punta hasta que pesque grandes melgachos y cazones que no entraban en la pequeña cubierta del K1. Ahora siempre tengo el cuchillo en el tambucho bien enfundado y dentro de una bolsa Ziploc, sólo
para trozar los grandes peces que quiero llevar. Últimamente estoy usando (atada
con una soguita elástica y enfundada) una tijera Mundial Punto Rojo brasile
que es desarmable, y que se puede usar también como cuchillo, pinza, descamador
y destornillador. En el bolsillo delantero del salvavidas también llevamos un silbato náutico con brújula atado con otra soguita.
3) El tambucho es necesario para guardar lo pescado, pero cuidemos de no
recargarlo porque el kayak pierde estabilidad y queda con la popa más hundida y
la proa levantada, lo cual es de riesgo en un mar agitado. Para llevar mucho peso
es necesario suplementarlo con estabilizadores (que describimos más adelante).
Al volver con el kayak el tambucho tiene que estar reasegurado por varios tensores
y mosquetones, para que no se suelte ni se abra, si se da vuelta con el peso de lopescados.
Mientras estoy pescando dejo siempre la tapa del tambucho abierta para guardar
los peces sin lastimarme la mano al levantar la tapa con el pez vivo sacudiéndose.
4) Dos líneas “corredizas”, hechas con nylon 0.65 cada una con dos brazoladas
de 30 centímetros que terminan en ojal (para poder cambiar brazoladas con diferentes
tamaños de anzuelos) y con plomadas cucharita de 80 gramos, y no más de 100. Pues
si los peces no encuentran resistencia de plomada pesada, toman la carnada más confiados y no la escupen al sentir su peso.
Los mejores anzuelos que probé para este tipo de pesca son los japoneses:
OWNER 3/0 SSW modelo nº 5170-131 o 5115-131. Son muy resistentes a la corrosión, morrudos y de puntas trifacetadas y muy afiladas, que no requieren volver a afilarlas. Las dos líneas en uso las envuelvo en un mismo tergopol y adentro del bolsillo del salvavidas; y llevo otras 2 líneas enrolladas de repuesto dentro de la bolsa seca
junto con el Nextel, para no tener que estar lavándolas cada salida. También en una bolsita Ziploc llevo un pequeño tergopol con cuatro brazoladas que terminan en nudo ojal (para cambiarlas fácilmente). 2 son anzuelos nº 3 y 2 de pejerrey que sirven de
repuesto por si nos cortan alguna brazolada, o la tenemos que cortar nosotros, para evitar heridas.
Cada vez que salimos del agua salada, tenemos que lavar todo con agua dulce: kayak,
tambucho, carrito, mosquetones, remo, enseres de fondeo, cañas, reeles, líneas, traje
y botas de neoprene, salvavidas, tijera, sombrero y bolsa seca. Una vez que se secan
los anzuelos y reeles, los pintamos con WD-40. Es un ahorro tener una lata de 1 galón de WD-40, para ponerlo con un pincel en todas las cosas de metal que llevamos. Antes
de enrollar la línea para la próxima salida, conviene revisar con un cuentahílos
potente lente de aumento, la punta de los anzuelos.
5) Generalmente, uso dos cañas enterizas de 1.80 metros, pues las de 2.10 hacen demasiada palanca al pelear con los grandes y son mas incomodas por el poco espacio en que nos movemos. Prefiero que la punta de la caña sea semi rígida para poder controlar mejor a los peces de mayor tamaño, cuando hacen corridas y se van debajo
del kayak o hacia el cabo del ancla. Es importante que los pasahilos no sean grandes para que no molesten al remar, sobre todo a la pala derecha (que es la que da dirección
y hace más fuerza) pues la mayoría llevamos las cañas sujetas a estribor. Cuando elijamos las cañas, también fijémonos que la terminación del mango pase por los imbornales, para poder usarlos como posacañas. Y es importante, que tengamos en cuenta si en el
portareel entra y se ajusta bien el reel que vamos a usar (por ejemplo, a los Bacota hay
muy pocos portareeles capaces de sujetarlos). Generalmente no encuentro cañas de 1.80
con todas estas características, por eso he optado por sacarles unos centímetros de punta, a las de 1.95 o de 2.10 que sí hay más variedad. Así la puntera queda también más rígida. Uso dos reels Escualo Bacota (porque son sumergibles y fáciles de lavar)
llenos de grasa de litio, con carretel chico de casting o suplementado y cargado de
100 metros de multifilamento del 40. En días de abundante pesca, con una sola caña
es suficiente. Uso continuamente los reels sin el antirevers, para no ser sorprendido
por fuertes tirones y poder pelear dando hilo, pero cansándolo al ofrecerle constante resistencia. Cuando los peces son grandes y saltan mucho, o con aletas con púas, conviene levantarlos a la pequeña borda del kayak recién cuando están cansados
de luchar. En caso de un pez muy grande, si lo quiero traer, le ensarto la boca con
los dos anzuelos asegurados y ato la línea al costado en una de las sogas de nylon
para que quede atrás y al costado del kayak. Y sigo pescando con otra línea.
Algunos se ríen porque usamos reeles frontales con pasahilos de rotativo, pero les
recuerdo que desde el kayak no necesitamos lanzar a grandes distancias.

6) Las cañas se pueden agarrar del costado del kayak contrario al que usamos para
subirnos, con dos sogas elásticas que terminen en ganchos de plástico, que engancho
hacia arriba, para que sea mas fácil para sacar las cañas desde arriba. También se
puede agarrar el remo con otros tensores iguales del otro lado, pero que enganchen hacia abajo, lo cual me facilita su manejo cuando estoy en el agua abajo del kayak,
al entrar o salir al mar.
Mejoramos el manejo de las sogas elásticas con ganchos, si en lugar de engancharlas en los tensores que pasan por los imbornales, las enganchamos en un eslabón grande de cadena de plástico de color fluo. Lo importante es que podamos hacer movimientos rápidos, seguros y con una mano,
cosa que con el velcro y los broches no es tan fácil. De este modo, evitamos usar mosquetones costosos, su peso, su oxidación, y la dificultad que presentan los mosquetones a resorte, que se traban con el agua salada. Hay que llevar la menor ferretería posible.

7) Dos cajitas plásticas de tapa a rosca, con carnadas que guardo dentro del tambucho y sólo saco afuera una, cuando estoy encarnando. Llevo la carnada en
trozos pequeños. Preparo 1 kilo de anchoas por vez. A una anchoa (sin cabeza) mediana, cortada en tres trozos. Pongo esos trozos sobre una pila de papel de diario.
Los cubro con sal parrillera (preferible) o gruesa. Los doy vuelta y salo nuevamente. Les pongo otra pila de papel de diario encima. Los dejo así más de dos horas para que se deshidraten. Luego los guardo en el taper con más sal y los mantengo en la heladera. Los que saco para pescar y luego sobran, los vuelvo a guardar enseguida de la misma manera y no se alteran en calidad. Así pueden aguantar meses y se mantienen siempre frescos y bien armados. No ato estas carnadas, por eso el trozo será justo del tamaño
del anzuelo nº 3, y nada ha de sobresalir para que no nos descarnen fácilmente. Únicamente uso el hilo elástico strech rojo (que es el más resistente) cuando hay mucho descarne, como sucede en las épocas de transición. Entonces, llevo no uno sino dos carretéeles de este hilo por si se me cae uno, o se va por los imbornales. Con este tratamiento y conservación de la carnada, no tenemos ningún desperdicio y hasta las cabecitas y tripas de las anchoas las guardamos aparte con sal, para cebar. También
uso camarón fresco en sal parrillera pero frisado, aunque lo sacan más fácil y hay
que revisar las carnadas cada siete minutos como máximo por reloj.
Para la pesca variada se puede usar un rulero cebador como utilizamos en las líneas
de pejerrey de fondo, pero el cierre es preferible que sea a rosca y el tamaño del
rulero más grande.
Para la pesca de pejerrey es necesario llevar una lata de caballa perforada, o ceba
preparada y puesta en un recipiente agujereado y atado costado del kayak que vaya drenando poco a poco el aceite de bonito y restos de pescado desecho, para el lado
que va la corriente, donde dejaremos caer nuestra línea paternóster a un metro de profundidad. La línea conviene que sea hecha con nylon grueso del 60 de un color y brazoladas de 35 centímetros y de otro color, y el anzuelo atado con un nudo ojal. Uso una boya zanahoria y sólo dos anzuelos que penden de un balancín para que las brazoladas cortas no se enreden entre sí. Como la correntada suele ser rápida conviene que tenga una plomada que no permita que las carnadas se levanten a la superficie. Las carnadas para el pejerrey son tiritas de filetes finitas y angostas ya preparadas y saladas de magrú, dientudo, pejerrey chico, lisa. A veces, cuando hay grandes, conviene agregarle camarón.
Basilio Agustín Benítez

jueves, 27 de mayo de 2010

Nota de pesca en kayak corregida y completa segunda parte

Índice de temas: Cómo prepararnos para entrar al mar

Pequeños inventos que nos ayudan a disfrutar más de la pesca
Cuáles son las mejores condiciones y prevenciones para entrar al mar
Cómo entrar al mar “picando” con “paladas de fuerza”
Cómo buscar un lugar para pescar, si el fondo es sólo de arena.
Cómo salir del mar con los menores riesgos posibles Cambiemos una mala costumbre
Cómo bajar antes de la rompiente Cómo elegir el mejor momento para entrar o salir
Cómo reingresar al kayak Cómo estabilizar el kayak cuando lo sobrecargamos
Cómo tener máxima potencia al remar
Cómo aprender de las experiencias y errores ajenos A que temer, de que huir
Cómo prepararnos para entrar al mar
Los que hace años tomábamos sol todo el día, nos cuesta aprender a no insolarnos
en las pocas horas que pescamos en el kayak. Han cambiado hasta los cielos, y si
está parcialmente nublado, conviene usar filtro protector 15. Si el cielo está
despejado y es verano, hay que usar filtro solar 30, sombrero y anteojos polarizados que protejan de los rayos UVA (que causan quemaduras de cornea, con los consecuentes dolores de cabeza) y UVB (que producen cataratas y cáncer de cornea).
El reflejo del sol en el agua es amplificado como por miles de espejos móviles, y
por eso nos sorprenden las quemaduras que vienen de abajo para arriba. Si es
verano de 11.30 a 16 horas evitemos exponer la piel al sol. Recordemos que el reflejo de los rayos en el agua aumentan en un 90 a 100 % por tanto en el kayak estamos a la barbacoa. Los labios también se queman, para ellos hay barritas de pantallas labiales.
Es muy común, que después de una salida de pesca con todas las protecciones solares, nos sintamos bien… pero a la tarde-noche tengamos dolores de cabeza, sintiéndonos
mareados y un poco confundidos: otra vez, se nos filtró la insolación.
Es indispensable tener una bolsa seca, para proteger del agua y la humedad,
el celular o handy, y las líneas de repuesto. Esta bolsa hermética se puede guardar
dentro del tambucho de proa. Para hablar por el celular no es necesario sacarlo de
la bolsa seca: se marca, escucha y habla perfectamente. Dentro de esta bolsa transparente, llevo también un cartón con grandes números de los teléfonos del
balneario en que entro al mar, celulares de los guardavidas y de la prefectura.
Sino conseguimos una bolsa seca, también podemos llevar el teléfono enfundándolo
con un profiláctico transparente y haciéndole un nudo para que quede hermético.
No son muy conocidas, pero las fundas estancos Dryfoto para cámaras digitales o teléfonía, las podemos encontrar en www.giostore.net/detalle-de-producto.asp?id=4 Soportan hasta 6 metros de profundidad.
Al preparar el kayak hemos de cuidar que no quede ninguna punta, accesorio o borde sobresaliente, porque pueden causarnos heridas cuando las olas nos golpeen
con el kayak, o nos revuelquen junto con él, con gran fuerza.
Pescando arriba del kayak todo tiene que ser fácil y simple. Hay que impedir todo
tipo de galletas y enredos. Cuando estamos haciendo equilibrio, por el movimiento
subi-baja de las olas, si nos concentramos en una galleta mirando un rato para
abajo podemos perder el equilibrio y volcar. Todo tiene que ser preparado de antemano
para que no haya ningún enredo de sogas, líneas, tensores y mucho menos de anzuelos.
Por eso toda línea hecha con nylon fino y con varios anzuelos, es desaconsejable.
Pequeños inventos que nos ayudan a disfrutar más de la pesca
El tambucho de popa del K1 es excelente para cargar muchos pescados sin perderlos
al salir por las fuertes rompientes, pero si se da vuelta no es estanco y le entra agua,
la guarda adentro y se pone muy pesado. Por eso es bueno sacarle el tapón a una de
las patas, abrir la otra con una sierrita, perforando también los posa cañas que son muy cortos, para que el agua pueda entrar y salir libremente, como bien lo hicieron en el gran tambucho gruyer del Sunrider.
Al ducharme después de luchar durante no pocos minutos con grandes peces, encontraba que tenía moretones en la entrepierna sin haberme golpeado. Tardé en
darme cuenta que eran de afirmar la caña, cuando estaba con las piernas de costado
en el K1. Entonces puse un velcro ancho, de 15 centímetros de largo, agarrado de
donde termina el salvadidas (en el ángulo derecho) y que sostiene la parte de la
semiesfera de una sopapa negra de inodoro a la que le saqué todo lo que se enchufa
al palo, y le hice una ranura horizontal entre el borde y el centro para pasar el velcro.
Este barato apoya cañas no molesta para nada, y cae naturalmente entre las piernas protegiendo las partes bajas en momentos de prolongadas luchas en que el entusiasmo
nos hace descuidarnos.

Cuáles son las mejores condiciones y prevenciones para entrar al mar
Generalmente la mejor hora para entrar en nuestra costa a mar abierto, es a la
mañana temprano cuando hay poco o nada de viento, y mar tranquilo, pues a
medida que se acerca el mediodía el viento suele ir aumentando. También conviene
salir después que amanece hasta las 11.30 horas, para no sufrir insolaciones.
Para entrar y salir, es mejor ubicar un chupón, y durante la bajante fijar puntos de referencia donde comienza y termina, para acceder por esa calle sin olas altas que
forma por la falta del banco. Si no hay chupón, pueden encontrarse calles de acceso entre las olas, donde son más bajas y no tienen tanta fuerza, pues hay sectores donde
el banco está a mayor profundidad.
Para entrar cuando hay olas altas conviene llevar el kayak tomado de la proa, levantándolo de punta cuando viene cada ola, hasta pasar la segunda rompiente
y recién allí, subirnos cuando venga una serie de olas bajas y en el momento en
que el agua nos llegue lo más cerca de la cintura. Para subirnos tomamos con una
mano en cada borde lateral y saltamos mandamos el traste para arriba, mirando
hacia la proa y luego nos acomodamos y paleamos inmediatamente.
Si alguien nos ayuda a llevar el kayak hasta atrás de la rompiente, pongámonos
primero de acuerdo antes, que no se ponga a empujarlo de la popa, pues al
chocar la fuerte rompiente con el kayak, lo lanza para atrás y puede golpear mal
al que se puso atrás, especialmente en la cabeza.
Para ingresar de esta manera, si hay marea alta tiene que haber olas bajas, pues
si las olas son altas (de más de un metro) detrás de la segunda rompiente no
vamos a hacer pie y no vamos poder controlar el kayak. Peor es, si las olas
rompen lejos, porque por más que esperemos la serie más baja, las grandes olas
ue vienen de atrás pueden volcarnos lejos de la costa, y peor aún, si vienen
seguidas nos será difícil subir nuevamente al kayak. Por eso es importante, antes
de salir, tengamos en cuenta que marea hay en esa hora y localidad. En bajante,
que hay menos agua, es más fácil entrar de esta manera y también salir con olas altas,
aunque sean en tubo.
Cuando entramos, lo hacemos enfrentando las olas, perpendicularmente a ellas, no dejando de remar con máxima fuerza, manteniendo la dirección y tirando el cuerpo
y el peso para atrás de manera de levantar la proa cuando viene la onda. Cuando la
ola rompe antes o está a punto de romper, debemos palear con más fuerza e
inclinar nuestro pecho hacia delante, el mentón tocando el pecho, poniendo
nuestra cabeza como un ariete, para volcar toda la fuerza hacia delante y abrir
con la proa el espumón.
Si cuando creemos que hemos pasado la última rompiente, nos sorprende una gran
ola que se levanta de más atrás y no podemos escapar de ella, hemos de palear conmayor frecuencia hacia ella, con las manos más cerca de las palas, con paladas de fuerza, altas, tomando el mayor envión posible y cuando comienza a levantarse
frente nuestro como un plano inclinado, tiramos todo nuestro peso hacia delante
sin dejar de palear, como para clavarnos de frente en la ola, de modo que la cabeza nos quede casi entre las rodillas y el mentón pegado al pecho, pedaleando cada remada, y luego nos bajamos y deslizamos del lomo de la ola, hacia un costado aprovechando la corriente de la deriva, para evitar caer desde arriba y de frente
dando un panzazo
De esa manera, si no nos envuelve el tubo de la ola, o no nos rompe justo encima, por más que sea alta como una pared, podremos sobrepasarla sin darnos vuelta.
Cómo entrar al mar “picando” con “paladas de fuerza”
Sobre todo al entrar al mar, cuando vienen olas altas, necesitamos acelerar al toque,
o sea, dar al kayak una mayor velocidad inmediata para atravesar las rompientes,
dando paladas más altas y frecuentes. Conviene practicar continuamente, estas aceleraciones con paladas de fuerza, altas y rápidas acostumbrándonos a hacer
esas “picadas”, que requieren de mucha energía para poder avanzar un trecho relativamente corto. La potencia de la palada de fuerza nace en la rotación del
torso, desde la cadera, y se transfiere al kayak al presionar con piernas y pies
contra el tope de proa. En la palada de fuerza, al remo le damos un ángulo de
menos de 45 grados respecto a la vertical, y la cuchara se clava y sumerge completamente, pegada al kayak, siendo ésta propulsada enérgicamente por los
músculos del hombro del lado opuesto a la palada.
En el mar, no somos pocos los que llevamos el remo atado de un extremo, al lado
de la pala, con una pita o “rescatador” de 2 metros al kayak. Si atamos la pita
al medio del remo, al ser arrastrada por la rompiente las paletas hacen una fuerza increíble, y en la revolcada puede pegarnos un palo, cortes o un fuerte cachetazo.
Muchos kayakistas están contra el uso de pitas, por los enredos que pueden causar
cuando somos revolcados por una gran rompiente tubo. Pero en mi caso, cuando
voy a navegar y a pescar, cuido todo el equipo de pesca, la carga de pescados, y
no me dedico a hacer demostraciones de surf en grandes olas.
Cómo buscar un lugar para pescar, si el fondo es sólo de arena.
Lo más práctico para saber qué se pesca, dónde y a qué profundidad, es
mantenerse informado por otros pescadores de kayak, del muelle y de la costa.
En Gesell nos preguntamos unos a otros por teléfono, y también llamamos a los pescadores artesanales que son los que salen más seguido. O bien, vamos a la
casa de pesca que es el centro de informaciones, tipo peluquería del pueblo.
Lo mejor para localizar un cardumen, sino se tiene un ecosonda, es garetear
lentamente con el paragüa del ancla cerrado, manteniendo el cabo corto, hasta encontrar un lugar con pique sostenido, entonces recién abrimos el ancla para
quedar fijos. Pescamos allí, hasta que dejen de picar, entonces nuevamente volvemos
a garetear. Si pescamos sólo rayas, melgachos y cangrejos, sabemos que estamos
sobre un banco, y las especies que buscamos generalmente están a más profundidad,
en algún canal de mar adentro. Si no pican, y el mar está tranquilo, y sabemos que el viento no girará ni se aumentará, buscamos a profundidades cada vez mayores. Hay veces que encontramos lugares, donde se ve un sector de agua quieta bien dibujada, donde hay menos oleaje; allí, generalmente es un buen lugar de pesca, pues hay un
pozo de mayor profundidad. No confundamos estos sectores con los espejos de
agua chata producidos por cambio de ph en el agua o el aceite o que emanan grandes animales muertos en el fondo, lo cual produce un olor nauseabundo característico.
Los días de mar tranquilo con vientos suaves del sudeste o este, se ven esos espejos
de agua que señalan pozos y canales dentro de un mar erizado, pero sin olas.
Si hemos estado pescando bien a cierta profundidad es mejor volver a buscarla,
midiendo la profundidad con el cabo del ancla, al bajarla. Usando este sistema
podemos probar pescar a diferentes profundidades y distancias de la costa.
No conviene quedarse en el mismo lugar más de media hora, sino hay buenos resultados. De esta manera sino hay pique, nos entrenamos sin cesar en los aprontes
de levantar todo y asegurarlo, palear a cada rato, para volver a bajar y usarlo todo en
otro lugar. Tomemos esta práctica como un entrenamiento, pues nos capacitará
para ser cada vez más diestros y precisos en el manejo de nuestros aparejos e instrumentos. Si en ese momento no hay mucha correntada, podemos intentar
atraer los peces y reunirlos con ceba de manera que vaya drenando de a poco,
puesta en un pote abierto y dentro de una bolsa de redecilla fina colgada del kayak.
Cómo salir del mar con los menores riesgos posibles
Si volvemos del mar a la costa, lo primero que hacemos es ver desde adentro, donde están afuera, las rompientes más grandes y ruidosas, para evitar salir por esa zona.
Pues para salir barrenando la ola, es mejor buscar un chupón que es donde se forman olas bajas. Pero si adoptamos la modalidad de bajarnos antes de la rompiente,
nunca lo hagamos donde está el chupón, porque corremos el riesgo de quedar
colgados del kayak sin hacer pie, en medio de la correntada del reflujo, en zona de rompientes y olas entreveradas.
Cuando vamos saliendo, miramos hacia atrás, para que ninguna ola grande nos sorprenda. De esa forma, vamos copiando con nuestro equilibrio, el movimiento que cada ola trae, y podemos elegir el momento para lanzarnos a la costa, recién después
de la serie de las olas más grandes y ruidosas. Una vez que decidimos mandarnos a
la rompiente, buscamos subirnos a la ola que se está armando, “picando”, remando continuamente con fuerza para no llegar sin velocidad a donde rompe la ola. Para esto, es mejor que hagamos zig-zag cuando nos aproximamos a la rompiente, de esa manera cuando la ola nos agarra de costado, apoyamos la pala en la ola y salimos acompañando la rompiente. Siempre tiramos el peso hacia atrás, y ponemos el kayak de 45 o 60º de la línea que forma la rompiente y apoyándonos con la pala sobre la
pared que forma la ola, porque si seguimos a 90º (o sea perpendicular a la ola que rompe) corremos el riesgo de caer de punta en el banco a poca profundidad…o si la rompiente nos desvía más, y quedamos de costado, la ola nos envolverá y revolcará.
Cambiemos una mala costumbre
Cuando salgamos del mar con otro u otros kayaks, una vez que dejemos el nuestro asegurado en la playa, acostumbrémonos a “marcar” lo mas cerca posible, a cada
uno de los que van saliendo, aunque nos parezca que las olas son bajas y nada les
puede pasar. Tenemos que estar siempre listos para socorrer, pues no sabemos en
que instante se puede producir un accidente, enredos, una caída con golpes y heridas (sobre todo si hay rocas), o pérdida del sombrero o pescados. Dejemos la costumbre
de contemplar desde afuera, permaneciendo pasivos y riéndonos de los bloopers,
para correr y ayudar diligentemente, aunque no pase nada. Cuando esto, otros lo
hagan con nosotros, aunque no nos pase algo grave, vamos a estar agradecidos, por
esa demostración de amor y cuidado.
Cómo bajar antes de la rompiente
Cuando venimos de mar adentro (con el tambucho cargado de gran cantidad de
pescados) primero, observemos con cuidado y esperemos la serie de olas bajas y
pasada la primer gran onda, y antes de la primer rompiente, es mejor desmontarnos
del kayak deslizándonos suavemente por el costado que no llevamos las cañas.
De esta manera, nos pararnos donde hacemos pie, para evitar riesgos innecesarios.
Cuando nos bajamos, inmediatamente agarramos el remo con los tensores, y
tomamos el kayak con las dos manos de la manija de proa, haciéndolo girar hasta
que quede perpendicular a la rompiente. Después seguimos mirando el tamaño de
las que vienen y llevándolo, mientras damos la espalda a las olas, saltándolas y guiándolo desde la proa y levantándolo en cada rompiente, como cuando entramos para pasar atrás de la segunda rompiente. Si las olas rompen muy fuertes hay que
tener cuidado con el tirón violento y brusco que nos pega en brazos y hombros, al golpear la rompiente con el casco del kayak. Nunca nos pongamos adelante del
kayak pretendiendo guiarlo tomándolo de la proa, pues seguramente cuando lo
choque la rompiente, se volverá ingobernable, se dará vuelta, se nos vendrá encima
y nos golpeará duro.
Cuando volvemos a la costa con marea alta y la primera ola es alta, grande, en
tubo y estruendosa, generalmente si nos bajamos antes de la rompiente no vamos a hacer pie y la cosa se complica. Por tanto si la ola se levanta mucho, quiere decir que hay abajo, la misma profundidad que la altura de la ola, por tanto en esa ocasión, no
nos queda otra que largarnos a la gran rompiente sabiendo que caeremos de 1 metro
con 50 de lo alto de la ola, a unos 30 o 50 cm. de agua que hay en el banco, justo delante del escalón o veril.
Sabiendo esto tomamos velocidad, levantamos la proa, tirando todo el peso hacia
atrás, como haciendo willis, para no clavarnos de punta en el banco, pero estando
bien dispuestos para el panzazo, lo mas relajados posible para la caída, sin rigidez
ni resistencia, pero paleando a full, tratando de seguir sin ser desviados por la gran rompiente.
Nunca el kayak ha de quedar suelto, ni dando el costado a la rompiente. El mayor peligro de accidentes con el kayak en el mar, se
presenta al entrar y al salir, cuando se nos escapa y queda suelto poniéndose
de costado a la rompiente, ya que si lo revuelca y arrastra una fuerte ola orillera,
lo convierte en un peligro que produce graves traumatismos a los niños y también
a adultos por más fuertes que sean. Y si algún comedido pretende atajar el kayak de frente cuando viene de costado, saldrá magullado o lastimado.
Cuando hay fuertes rompientes, el kayak tiene que estar siempre bajo nuestro control y en una zona sin gente, para no causar daño a los que están por ahí, o a los que vienen a recibirnos con alegría o por curiosidad, sin darse cuenta de este peligro.
Por eso, cuando vuelvo a la costa y hay grandes olas tubo, y gente por la zona, aunque estén a bastante distancia, ato una pita de surf rígida pero elástica, de 2 metros 70
a la proa del kayak, del lado que bajo, y la otra punta al tobillo de mi pierna derecha,
y así me aseguro que voy a tener el kayak a dos metros y pico como máximo, y que siempre va a quedar de proa, de frente y perpendicular a las olas, presentando menos superficie de impacto y arrastre. Si el kayak al recibir el impacto de la rompiente,
tira de la pita no lastima. Luego si hay gran profundidad vuelvo a subir por el costado,
y si no hay tanta profundidad, dejo que las olas me arrastren con el kayak de frente hacia la playa. Ni bien hago pie y lo tengo controlado de proa a la rompiente, inmediatamente suelto el velcro de la pita que me une al kayak, para evitar quedar enredado, y poder caminar con toda libertad.
Si estamos mar adentro o por salir, para evitar caídas al agua, cuando estamos
en riesgo de ser volteados, extendemos la pala lo más lejos posible del kayak, apoyándonos y presionando sobre el agua, haciendo una remada larga hacia atrás
o para adelante, a la vez que tiramos el peso de cuerpo para el lado contrario al que
se hunde, lo cual evitará que el kayak se de vuelta.
Cómo elegir el mejor momento para entrar o salir
Tanto para entrar y como para salir, hay que esperar las olas más bajas que
vienen después de las olas mas altas. Generalmente las olas vienen en una serie
de 6 o 7 y van aumentando progresivamente su tamaño, por tanto hay saber esperar y tener paciencia hasta que rompa la séptima: la última, más grande y poderosa, para arrancar con todo cuando comienza la nueva serie con olas más pequeñas. Entonces paleamos a toda potencia, cortando las olas de frente y aprovechando la succión del mar dada por la deriva que hay en ese momento.
También es importante tener en cuenta con que frecuencia y dirección vienen las
olas, en ese día y lugar, para no ser sorprendidos por choques de olas oblicuas
que se entrevaran, rompientes encimadas, o los choques entre las olas que llegan
y las que vuelven.
Cómo reingresar al kayak
Es posible que cuando estemos pescando o navegando cargados de pescados,
el kayak se nos de vuelta en una profundidad donde no hacemos pie, y lo primero
fue tenemos que hacer es volver a darlo vuelta, para luego subirnos. Pero el peso
de todas las cosas que llevamos (a veces hasta 40 kilos de pescado, con otros kilos de
agua que le entran al tambucho, ancla de 2,500, cadena, paquete de soga mojada, 2 cañas
con reeles) hace difícil darlo vuelta. En esas condiciones, empujarlo desde abajo sin
hacer pie, no funciona. Para empezar podemos intentar darlo vuelta desde la popa,
tomándolo con una mano en la quilla y la otra en alguna saliente de la cubierta
o la manija del tambucho, haciéndolo girar con un fuerte envión en círculo
hacia arriba. Casi imposible es tratar de darlo vuelta desde la proa cuando está muy cargado. Si no podemos enderezarlo por el peso que lo lastra hacia abajo, entonces, tranquilamente nos subimos de panza sobre el casco ayudándonos y tomándonos con los dedos de los imbornales, hasta que por arriba tomemos el borde del lado contrario y luego tiramos todo nuestro peso dejándonos caer al agua para atrás,
lo cual hará que el kayak de un vuelco de campana por más pesado que esté. Conviene esta forma de darlo vuelta con nuestro propio peso, sin fatigarnos al
intentar darlo vuelta únicamente con la fuerza de nuestros brazos. Todo esto es
más fácil si el remo está atado al kayak, que en nuestra muñeca.
Luego para reingresar al kayak nos tomamos con las dos manos en el borde más
cercano, para luego pegar un fuerte envión con las piernas en el agua y levantarnos
con los brazos de golpe tirándonos de panza, arriba de la borda, cruzado en el kayak. Mediante un solo salto, hay que colocar el peso del cuerpo atravesado sobre la mitad
del kayak. Después girar boca abajo, hasta quedar a lo largo de la cubierta, y luego darse vuelta hasta ubicarse en la posición de sentado para palear.
Otra manera no tan conocida de subir al kayak en aguas profundas, es ponernos de
un lado, en la mitad del largo del kayak, pasando los brazos sobre la cubierta para sujetarnos fuerte de la banda opuesta. Luego con ayuda de nuestras piernas, nos ponemos en posición horizontal en el agua. Y en seguida, hacemos un solo
movimiento, tirando fuerte con los brazos y al mismo tiempo dando una patada
de rana, desplazándonos hacia adelante. De esta manera, nos deslizaremos horizontalmente con el pecho sobre la cubierta y quedaremos panza abajo y cruzados. Luego giramos con el cuerpo hasta quedar a lo largo… después nos
damos vuelta y finalmente tomamos la posición de sentados, remo en mano.
En caso de caer al agua hemos de evitar la hipotermia. Cuanto más tiempo estemos
en el agua, más rápido nos enfriaremos y cuanto más fría esté el agua, menos tiempo
de sobrevivencia tenemos. El schok por frío nos incapacita para respirar normalmente
y el ritmo respiratorio se descontrola, hay fatiga inmediata y nos pone en riesgo de ahogarnos repentinamente. Hay que tener en cuenta que el agua fría es la primer
causa de muerte en los kayakistas. Por eso la mayoría usamos traje de neoprene con medias y botitas de ese material, aunque lo mismo sabemos que tenemos que salir
del agua lo antes posible. Es un error nadar, o hacer movimientos en el agua, para intentar entrar en calor. Hay que evitar todo gasto de energía y flotar lo más quieto posible para no perder calor, hasta poder reingresar al kayak nuevamente.
No abandonemos el kayak, ni nos saquemos el salvavidas para nadar mejor.
Cómo estabilizar el kayak cuando lo sobrecargamos
En el caso que seamos pesados, y que queramos cargar pescados hasta arriba en el tambucho, podemos poner 2 flota-flota o rollos flotadores de cada lado, de un metro sesenta y cinco centímetros como estabilizadores a los dos costados, pues cada uno sostiene 75 kilos de peso, o sea que así tendremos un soporte adicional de 300 kilos.
Los 4 flota-flota se pueden sostener fijos arriba de la línea de flotación de los laterales, atándolos con sogas elástica gruesas para reasegurarlos, que se pasan por los
imbornales. Ato los flotadores de manera que el de más abajo quede libre y no pegado al casco, para que quede como pollerita y aumente su acción estabilizadora.
Esto es parecido al diseño de cascos de kayak con estabilizadores laterales o “Sponsons” que incrementan la estabilidad, cuando el kayak tiende a volcarse. Normalmente, los sponsons están por encima de la línea de flotación y se sumergen cuando el kayak se inclina por una de sus bandas. Cuando el kayak está en equilibrio
los sponsons quedan fuera del agua, disminuyendo la manga y mejorando así la velocidad y el planeo.
Cuidemos de reasegurar las sogas elásticas gruesas que unen por abajo (tipo cincha) los estabilizadores laterales (flota-flota) pues son las que más fuerza hacen. De este modo, aumentamos el ancho del kayak (la manga) de forma tal que si la nave rola,
los flotadores se apoyan en el agua, y le impiden escorearse más. En nuestros kayak
de pesca, el mayor peso recae desde el medio hacia la popa, por tanto, esa sección
es la que hemos de asegurar con los flota-flota.
Y esto es aún más necesario cuando pescamos sentados de costado con las piernas
en el agua, porque al pelear con peces grandes con la caña, nos pueden hacer perder
el equilibrio. Los peces de más de cuatro kilos nos sacuden, tironean fuerte y por un momento tenemos que aflojarle hilo para que no nos hagan perder el equilibrio; y los
de más de ocho kilos, nos mueven la nave y nos ponen en riesgo darnos vuelta.
Cómo tener máxima potencia al remar
Si compramos un motor para navegar en lancha, tenemos que hacerle un mantenimiento
semanal, porque si lo dejamos en el garaje, cuando lo queramos usar en el mar, por falta de un mantenimiento constante no funcionará correctamente, o nos dejará a la deriva en el momento que más lo necesitemos. Con el motor de nuestro kayak (brazos, pulmones y cuerpo) sucede lo mismo. Aunque si lo mantenemos en forma y a full, el beneficio será completo y no sólo para cuando salimos a navegar. El kayak ayuda a cambiar hábitos sedentarios y vicios que aumentan la corrosión y el desgaste del motor.
Para no perder la fuerza y capacidad respiratoria para remar en el kayak,
seleccioné una serie de ejercicios específicos para hacer a periódicos de manera que
no se necesiten las máquinas de un gimnasio, al que no siempre podemos acceder.
Con pesas de 2 kilos y aumentar su peso con la práctica y mayor capacidad muscular.
* Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Brazos extendidos hacia delante (a la altura de los ojos) con las pesas, bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de hombros)
* Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Fijando los brazos a los costados pegados a las costillas, flexionar los antebrazos hacia arriba y hacia abajoen 3 series de 15 o 20 (trabajo de los bíceps contrayendo también los músculos del abdomen y los gluteos)
* Levantar extendiendo el brazo con la pesa, hacia arriba y bajarlo, primero de un lado después del otro. Bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de tríceps)
* Acostado con los pies paralelos y abiertos y las rodillas flexionadas, levantar los
brazos extendidos verticalmente con las pesas y bajar los brazos en cruz hasta la posición horizontal y luego volver a subirlos en 3 series de 15 o 20 (trabajo de los
pectorales)
Cómo aprender de las experiencias y errores ajenos
Nada enseña mejor que la práctica y experiencia en kayak, pero para aprender algo
más sobre cómo navegar y pescar, lo mejor es leer las mejores y más completas enseñanzas que encontraremos en http://www.pescaenkayak.com/foro/ en la
sección Preguntas Frecuentes y en Todos los foros, en el que dice Foro General. También podemos ver videos en la web, pues hay imágenes que enseñan más que muchas palabras. Los sitios que podemos ver son, entre muchos otros: http://esp.kayakpaddling.net/?go
http://www.youtube.com/watch?v=Vf6O5EvXMSE&feature=player_embedded
y allí ver: Técnicas sobre un Kayak ; y otros: kayak sit on top olas jajajaja ;
accidente en kayak juandominguez33 ;
http://mdqteam.mforos.com/1431940/9213145-curso-practico-de-como-no-salir-del-mar/
http://www.youtube.com/watch?v=0j2pD_TXFb8&feature=related
- Los artículos y gráficos que hice sobre el relieve costero de nuestras costas
de arena y sus accidentes más comunes (canales, bancos, canaletas, chupones,
ollas, costa a mar abierto sin banco) nos ayudan a movernos con mayor seguridad
cuando entramos y salimos del mar con el kayak. En este deporte, a la ignorancia
la pagamos corriendo peligros innecesarios.
Esta nota completa la podrás encontrar en la Revista Kayak y Aventuras de

Nº 9 con el título “Características del fondo marino en nuestras playas”
en la pág. 27 http://www.chanaaventuras.com.ar/revista/nueve

 Practicar la pesca nocturna con lámpara de minero y copo de acero, nos
asegura variedad y abundancia de carnadas frescas y gratis, para guardar en el
freezer ya preparadas en porciones justas para cada salida.
Estas notas completas las puedes encontrarlas en la Revista Kayak y Aventuras
números 7 y 8 con el título “Pesca Nocturna en el Mar” en la pág. 37, en
http://www.chanaaventuras.com.ar/revista/siete
A que temer, de que huir
Cuando entramos a más de 600 metros mar adentro, cada tanto nos encontramos
con nuevos compañeros. Focas, lobos marinos, elefantes marinos, albatros errantes
(las aves voladoras más grandes del mundo), petreles (que bajan y se acercan a
pedirnos pescaditos), escualos que nos rondan, delfines, orcas y ballenas. Algunos asustan por su tamaño. El 29 de octubre del 2009 de mañana, frente a Windy tuve
2 horas a mi lado una orca negra y blanca de 9 metros con una aleta superior tipo
vela negra de 1.80. Sacaba suavemente la cabeza fuera del agua mostrando todos
sus dientes como en el acuario. Y lo que me extrañó es que a pesar de su presencia,
lo mismo pude pescar entre otros peces, dos melgachos grandes, uno de 7 kilos y
otro de 5, los cuales no entraban en la cubierta ni en el tambucho. Por tanto los corté
y le tiré las cabezas, aletas, tripas y colas a la orca que se las devoró con delicados movimientos. Si se movía fuerte, era hombre al agua.
A mi regreso a la costa, la orca me acompañó hasta los 2 metros de profundidad y
luego siguió su viaje. Muchos se reunieron para ver este espectáculo desde la costa, estaban asustados y a la vuelta me decían que la “ballena asesina” prefiere los
animales de sangre caliente. No hay que hacerles caso. En estos mares no se ha registrado ningún ataque de orca a un hombre. Son animales curiosos, muy selectivos que buscan presas específicas. En cuanto a los lobos de mar, son molestos porque
nos ahuyentan los pescados, y están esperando que pesquemos algo para arrebatarlo antes de que llegue a nuestras manos. Si sabemos que por la zona, hay lobos marinos
no limpiemos lo que pescamos arriba del kayak, pues en minutos los tendremos al
lado pidiendo más pescado y si nos cambiamos de lugar nos seguirán acompañando, sacando la cabeza del agua y dando resoplidos. Y así habrá terminado nuestra
jornada de pesca. La única de la que debemos alejarnos lo más pronto posible es de
la ballena, y no ponernos en su camino, porque con sus movimientos gigantescos
en sus juegos, o usando su cola como una vela, sin darse cuenta puede causarnos
un accidente. También en el mar, en temporada alta, tenemos que huir y alejarnos
lo más posible de semirígidos, lanchas y motos de agua, porque con el estrépito
de sus motores, espantan a todos los peces de esa zona por un tiempo.

Posdata:
Si queremos aprender a pescar en kayak, lo mejor es que nos enseñe un pescador
de kayak que ya este baquiano en ese lugar que elegimos para ir pescar. En cada

nuevo lugar, tenemos que aprender de nuevo.

Basilio Agustín Benítez

viernes, 14 de mayo de 2010

Que Cargar En El Kayak En Travesía

Un kayak no es un velero ni, Dios no lo permita, un crucero. No hay posibilidades de llevar equipaje de más por las dudas, mucho menos de tirarlo así nomás en la cabina para entrar a buscarlo cuando se necesite. La estiba debe ser cuidadosa y planificada. Se debe buscar hacer una especie de Tetris con los bultos, para que nada deje espacio muerto con su vecino. Se debe estibar pensando en desestibar. Imaginar qué se necesitará en los descansos, para que las galletitas no hayan quedado debajo de pilas de equipo y remos de repuesto, ni el papel higiénico en el inalcanzable fondo de la bodega cuando se lo busca de apuro. Las luces deben estar siempre a mano, que es de día hasta que se hace de noche, y entonces ya es tarde. Es una buena técnica, en kayaks con bocas estrechas y alejadas de las puntas, atar un cabo a algún paquete alargado, digamos la bolsa de los parantes de la carpa, e introducirlo primero hasta la punta de la bodega, cuidando que el cabo quede saliendo por la tapa al estibar el resto de las cosas. A la hora de descargar y armar campamento, simplemente tirando de éste, tendremos un llamador que nos pondrá el equipaje a la mano con poco esfuerzo
Esto me lleva a aprovechar este espacio para hacer una denuncia.:
Es bien sabido que los fabricantes, de lo que sea, se dividen en dos grandes grupos.
1) Los que estudian como hacernos la vida más fácil y:
2) Los que dedican su vida a encarajinar la nuestra.
En este último grupo militan con honores los fabricantes de bocas de tambucho pequeñas y redondas.
Nada muy grande puede ser estibado en esas bodegas, como bolsas de dormir ó bolsas estancas ó carpas, sin hacer grandes malabarismos, aparte de desperdiciar muchísimo espacio al no poder maniobrar para acomodar la carga.
Como resultado vemos palistas que se han visto obligados a poner todo atado sobre cubierta, tomando estas últimas el aspecto de bauleras a cielo abierto. En caso de oleaje, es fácil poner a navegar involuntariamente lo que no esté bien trincado. En caso de vientos laterales, el equipaje sobre cubierta hará que el kayak tienda a orientar su proa hacia el viento, o, si
el viento es muy fuerte, su cubierta hacia el agua.
Hablando del agua, es importante decidir qué hacemos con ella, no la que usamos para navegar, sino la de bebida.
A nadie se le escapa que el agua es el peso más importante a llevar. En verano debemos calcular dos litros diarios por persona, y a veces no hay posibilidad de reabastecerse en el camino.
Cada kayak es un mundo y cada kayakista un maestrito celoso de su librito. Sabemos que el agua y todo lo pesado debe ir al centro de la embarcación, para no desequilibrar los pesos, pero a veces, especialmente en kayaks de poca capacidad de carga, el centro está ocupado. Personalmente me ha dado bastante buen resultado estibar las botellas de agua en cubierta sobre la tapa del tambucho de proa, aseguradas con shockords (cabos elásticos) a los cabos de vida del kayak. Esta técnica presenta las siguientes ventajas:
1) Le añade peso a la proa, lo que aumenta la velocidad de crucero en modelos que se apopan con facilidad al aumentar la potencia de remada (SDK510 y similares)
2) Detiene el impacto de la ola sobre la abertura del tambucho delantero, minimizando filtraciones en aros con sellado deficiente.
3) Evita que nuestra ropa estibada en bodega presente un aspecto empapado y goteante en caso de apertura accidental de alguna botella que guardemos en la bodega.
4) Libera un espacio vital de carga, lo que nos permite armar y desarmar más desahogados.
He dejado adrede para el final la consideración de uno de los enseres más emblemáticos de todo kayakista que se precie.
Se trata de la famosa pava negra. Corazón de lata de los kayaks, la pava ennegrecida por el carbón de mil fogatas anida en lo profundo de los tambuchos, a veces enloqueciendo la brújula con su definida personalidad metálica.
Cumple la función, en las eternas rondas de fogón, de la pipa de la paz o del bastón ritual Inca, que atribuye a quien lo detenta el uso de la palabra. A veces es nuestra interlocutora en las travesías en solitario, cuando en nuestra fogata nos acompañan sólo las estrellas y dos ojos celestes que quedaron en puerto, pero que se las ingenian para destacarse por sobre el resplandor de la ciudad lejana. El acero con el tiempo va mudando su brillo metálico a negro opaco, a medida que los fogones y las anécdotas se suceden. Todo kayakista debe tener una pava negra, independientemente de cuántas haya en la expedición. No vale pintarlas de negro, tampoco comprarlas ya ennegrecidas de segunda mano. Su pátina, como todo en la vida, deberá ganársela, a medida que las millas navegadas se acumulen, a fuerza de fogatas y amigos y abrazos y recuerdos.

Fuente:Gustavo A. Schek

viernes, 5 de marzo de 2010

PRIMER KAYAKING DE LA REGION

Cooperativa Mulpunleufu te invitó al evento 'KAYAKING NOCTURNO CON CAMPAMENTO' en Acá Cerquita. PRIMER KAYAKING DE LA REGION

Hora: marzo 27, 2010 a las 7pm a marzo 28, 2010 a las 7pmUbicación: RIO QUEQUEN SALADO, sur bonaerense, Curso Inferior, cercano a Oriente, Copetonas, Reta y MarisolOrganizado por: Cooperativa Mulpunleufu
Descripción del evento:Una experiencia inolvidable....Los invitamos a participar del Primer Kayaking NocturnoDel Río Quequen Salado.Viví la experiencia de remar a la luz de la luna, donde sólo escucharás el golpe de las palas en el agua, algún carpincho zambulléndose en el río, los patos, gallaretas y cisnes con su particular sonido o el ruido del agua cayendo por las cascadas o corriendo por un rápido.

lunes, 1 de marzo de 2010

PESCA EN KAYAK DE SARGOS

GASTON IUDICE

viernes, 19 de febrero de 2010

Diccionario Náutico De Kayaks

Abatir: Efecto que produce el viento lateral sobre nuestro kayak por el que perdemos nuestra dirección voluntaria y nos orientamos con facilidad hacia el lado de sotavento (lado contrario al de llegada del viento que es el barlovento).

Abrigo: Zona defendida de las olas, vientos y corrientes.

Achicador: Recipiente, normalmente de plástico, con el que se vacía manualmente de líquidos algún espacio del kayak, generalmente por vuelcos o derrames.

Aguas Blandas: Agua con mucha aireación (burbujas, espuma) que da poco apoyo.

Amainar: Calmar el viento o las olas del mar.

Ancla de capa: Artefacto con forma de paracaidas, que funciona como freno acuatico, evitando que el viento se lleve el kayak. Se puede hacer con un paraguas y una cuerda.

Aparejos: cordines elásticos que están en la cubierta para asegurar objetos sobre ella

Apoya Pies: Conjunto formado por un par de zapatas en las que el palista apoya los pies y consigue una mayor fuerza en la palada. A veces están unidas al timón y nos permiten controlarlo

Apoyo: Golpe de pala para estabilizarse. Puede formar parte de la palada de propulsión o de una palada de maniobra, o ser una maniobra misma ante una falta de estabilidad.

Arrufo: Grado de curvatura hacia arriba de las puntas del kayak (proa, popa). Ello crea en las cubiertas las lineas de
arrufo.

Autorescate: acto subirse al kayak después de haberse volcado y salido de él nadando.

Barlovento: Lado por el que llega el viento.

Barrido: Una palada hecha en una curva ancha, cuando se ejecuta por el remero de popa la canoa se vuelve en la dirección opuesta al lado de barrido

Bolsa seca: bolsa impermeable para guardar artículos para protegerlos del agua.

Borda: Borde superior a los lados de una canoa

Broaching: (ing.) posición que toma el kayak paralelo a las olas, corrientes u obstáculos.

C2: embarcación tripulada por dos canoístas

C4: embarcación tripulada por cuatro canositas

Canotaje: así se llama a este deporte América

Calar: Una palada que tira hacia el remero a 90 grados de la dirección de avance, cuando se ejecuta por el remero de proa del kayak se volverá en la dirección del lado del timón

Casco: Parte inferior del kayak

Cockpit: Hueco en la cubierta por donde se sienta el palista

Cubre Cockpit: Faldón que se ajusta el palista en la cintura y que se sujeta a la pestaña de Cockpit en un kayak, o a la borda en una canoa, para prevenir la entrada de agua

Compartimientos estancos: compartimientos situados adelante y atrás de la cabina y separados de ésta por los tabiques, que impiden que se llenen de agua en caso de vuelco

Cubierta: Parte superior del kayak
Cuchara: La parte ancha de un remo que entra al agua

Curso: dirección a la que deseamos dirigirnos, usualmente indicada como azimut, o sea, el ángulo con respecto al norte magnético.

Declinación magnética: diferencia angular entre el norte geográfico y el norte magnético.

Escala beaufort: escala empírica de la fuerza del viento que va desde 0 – Calma hasta 12 – Huracán. Para el kayak, el límite práctico es 7 que corresponde a vientos de 28 a 33 nudos.

Escorar: maniobra de inclinar el kayak para facilitar el viraje.

Eslora: Longitud del kayak de proa a popa

Estabilidad primaria: resistencia del kayak a inclinarse

Estabilidad secundaria: resistencia del kayak a volcarse.

Estabilidad direccional: capacidad del kayak de mantenerse navegando en línea recta

Empopada: Ir a tope, metiendo la pala con fuerza y normalmente aprovechando el viento.

Esquimotaje: Es la técnica de volver a la superficie después de un vuelco sin salir de la embarcación

K2: Embarcación tripulada por dos kayakistas

K4: Embarcación tripulada por cuatro kayakistas

Kayak: Embarcación de origen esquimal (concretamente inuit)

Kayakista: tripulante de un kayak

Manga: Anchura máxima del kayak

Milla marina: medida de longitud correspondiente a un minuto de latitud a través de cualquier meridiano, y equivalente a 1.852 m.

Muslera: Las musleras son una forma especial que adopta el kayak para que se puedan encajar los muslos ayudando así a que estés encajado al barco. De este modo el juego de cadera se transmite a la embarcación, logrando corregir el rumbo, hacer apoyos, cantear contra el viento, esquimota.

Nudo: medida de velocidad usada en navegación que equivale a una milla marina por hora.

Línea de cubierta: cuerda que rodea la cubierta del kayak para poder asirlo en caso de necesidad

Línea de vida: es una traducción literal del término inglés lifeline, que hace referencia, tanto al cabo que sigue el borde de la cubierta de un barco como a cualquier cordón que sirva para mantener contacto con una persona que, como un submarinista, se encuentre en una situación enjundiosa

Línea de remolque: arnés y cuerda que se usa para remolcar un kayak.

Pala : La parte ancha de un remo que entra al agua.

Palada: Cada recorrido de la hoja de la pala en el agua para propulsarse.

Palada en “J” : Una palada que termina como timón.

Pértiga: Parte estrecha del remo que el palista sostiene.

Piragüismo: Así se llama a este deporte en España

Popa: Parte trasera del kayak

Porteo: Acción de transportar el kayak por tierra a pie, usualmente para superar un obstáculo o atravesar lugares sin agua..

Proa: Parte delantera del kayak

Puntal: Altura del casco del kayak

Quilla: El espinazo a lo largo de la longitud del kayak en el casco

Rocker: Grado de elevación que tienen los extremos del bote comparado con la mitad de éste. Esta característica está relacionada íntimamente con el largo del bote y afecta su capacidad de maniobrabilidad. Un bote con mucho rocker doblará fácilmente, a expensas de su capacidad de tracking, debido a que los extremos de él fuera del agua hacen que la embarcación se comporte como una más corta .Por otra parte un kayak con buena cantidad de “rocker” tendrá menos superficie sumergida y será por lo tanto más eficiente para remar. Sin embargo, esta situación cambia al cargarlo, ya que la carga baja el nivel del bote en el agua, sumergiendo por ende la proa y la popa, disminuyendo el rocker.

Roll: maniobra usada para enderezar el kayak después de un volcamiento, usando el remo y el cuerpo sin necesidad de salir de el.

Rescate: maniobra para enderezar el kayak donde el kayakista volcado espera que otro kayak se le acerque y usa éste para enderezarse.

Rescate en t: rescate asistido donde un kayakista ayuda a otro a vaciar el agua de la cabina del kayak y después a subirse a él.

Amainar : Calmar el viento o las olas

Sotavento: Lado por el que se va el viento

Barlovento: Lado por el que llega el viento

Timoneo: Arrastrando el remo para crear resistencia; cuando se ejecuta por el remero de popa, la canoa se vuelve en la dirección del lado del timón

Travesaño : Miembro de apoyo que se extiende por el kayak entre las bordas

Timón: Elemento que facilita enormemente la dirección del kayak. Normalmente controlado mediante pedales

jueves, 28 de enero de 2010

Corvinas pescadas en Kayak en Claromeco



Horacio Heidan y Eduardo Pereyra, en kayak, 350 mts adentro obtuvieron 13 corvinas en solo un ratito de pesca.